
“Tuve que empezar a correr y a cantar al mismo tiempo. Al minuto ya estaba con la lengua de fuera… y yo lloraba. Pero mi marido me dijo: ‘Cúmplela. A tu gente tú le tienes que cumplir’”, relató Yuri al describir el entrenamiento físico que ha debido incorporar para sostener la exigencia de su actual gira Icónica.
Esta confesión revela la dimensión física y emocional que implica para la cantante mexicana mantener la calidad de sus presentaciones en vivo, en un contexto donde el uso del playback se ha convertido en tema de debate dentro de la industria musical.
La artista veracruzana abordó abiertamente la controversia sobre el playback en los conciertos, una práctica que, según sus palabras, se ha normalizado en espectáculos internacionales.

“Pues mira, definitivamente sí está cañón, porque cuando tú vas a ver a las gringas, la mayoría son playbacks. Todas. Y yo a veces, ahora que tengo un show así tan difícil, digo: yo también lo haría”, reconoció Yuri.
Esta declaración marca un giro en su postura tradicionalmente estricta respecto a la interpretación en vivo, y pone en primer plano la presión física que enfrentan los artistas durante giras intensas.
Durante la gira que compartió con Cristian Castro, la cantante llegó a realizar cinco conciertos en una semana: “Dos con Cristian, tres en Estados Unidos. Y yo dije: ‘No, playbacks no. Yo soy bien machota’. Pero la última semana me tuvieron que poner cortisona. Mi voz ya no daba”.

Este testimonio ilustra el límite al que puede llegar la voz, incluso en intérpretes con una técnica depurada y una disciplina férrea. Yuri detalló que, a pesar de evitar el aire acondicionado, dormir adecuadamente, vocalizar y mantenerse alejada del frío, la recuperación entre presentaciones no siempre resulta suficiente para preservar la capacidad vocal.
La cantante explicó que el ritmo de trabajo, sumado a la exigencia de los espectáculos, puede superar cualquier preparación previa. “Si tú dijeras: hago dos por semana, padrísimo. Pero era: viaja aquí, viaja allá. Y el show de Cristian era muy exhausto… Yo tenía que hacer la segunda, la tercera voz. Acababa casi sin poder hablar”.

Esta descripción pone en evidencia que la fatiga vocal no distingue entre experiencia o fama, y que la logística de las giras puede forzar a los artistas a tomar decisiones difíciles respecto a la autenticidad de sus presentaciones.
En la actualidad, con la gira Icónica, Yuri se enfrenta al mismo dilema: cómo ofrecer un espectáculo de alto impacto, con coreografías complejas, sin sacrificar la calidad de la interpretación vocal.