
A pesar de ser una especia a la que se le atribuyen una gran cantidad de beneficios para la salud y propiedades curativas la canela puede tener un considerable impacto negativo en el organismo sino se consume de manera adecuada.
Esto ocurre cuando la canela se consume de manera excesiva, pero también es un riesgo especialmente común si se suele usar una variedad de canela conocida como la canela Cassia la cual puede tener efectos negativos para el hígado y los riñones debido a su alto contenido de cumarina, una sustancia natural que en grandes cantidades puede resultar tóxica.
Para el hígado, la cumarina puede ocasionar daño hepatotóxico debido a que la exposición prolongada a dosis elevadas puede inducir inflamación, afectar el funcionamiento hepático y, en casos graves, contribuir al desarrollo de insuficiencia hepática, sobre todo en personas con antecedentes de problemas hepáticos o sensibilidad aumentada.
En los riñones, el riesgo también está relacionado con el consumo excesivo y sostenido de cumarina. Altas concentraciones pueden favorecer el deterioro de la función renal en personas susceptibles, aunque los estudios en humanos son limitados.
Además, la presencia de aceites esenciales en algunas variedades de canela puede incrementar la carga de filtración para los riñones si se consume en grandes cantidades.

Cabe mencionar que la mayoría de los efectos adversos se observa en quienes superan la cantidad recomendada de canela al día, que suele ser de aproximadamente una cucharadita para adultos sanos. El uso moderado en la dieta generalmente no representa problemas de toxicidad.

Así es como puedes prevenir que la canela cause daños en hígado y riñones
Para prevenir este terrible efecto negativo que puede tener la canela en estos importantes órganos puedes implementar las siguientes recomendaciones:
- Moderar el consumo: Evitar el uso excesivo de canela, especialmente la variedad Cassia, que contiene mayores niveles de cumarina.
- Preferir canela de Ceilán: Esta variedad posee cantidades mucho menores de cumarina, lo que reduce el riesgo de toxicidad.
- No consumir suplementos sin control médico: Consultar a un profesional de la salud antes de tomar extractos o comprimidos de canela, ya que pueden contener concentraciones elevadas del compuesto activo.
- Leer etiquetas: Verificar el tipo de canela utilizada en productos alimenticios y buscar información sobre su origen.
- Consultar en caso de enfermedades preexistentes: Las personas con antecedentes de enfermedades hepáticas o renales deben recibir orientación médica antes de incorporar la canela en su dieta habitual.
- Limitar la duración del uso: Evitar el consumo diario y prolongado de grandes cantidades para reducir la acumulación de cumarina en el organismo.
- Mantener una dieta equilibrada: Integrar la canela como parte de una alimentación variada y balanceada, evitando excesos y combinando diferentes fuentes de nutrición.

Adoptar estas medidas disminuye el riesgo de toxicidad y contribuye a proteger la salud hepática y renal durante el consumo de canela.