
La captura de Norberto “N”, alias “Beto Piña”, ocurrida el 19 de junio de 2022, reveló la existencia de una célula criminal poco conocida pero con fuerte presencia en Veracruz. De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública estatal, se logró detener al presunto cabecilla de “Los Piña”, brazo regional perteneciente al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En ese entonces, “Beto Piña” enfrentaría acusaciones por diversos crímenes graves, incluidos secuestro, robo de hidrocarburos, asaltos a transportistas y asesinatos. A raíz de su aprehensión, las autoridades comenzaron a descubrir el alcance operativo de la célula con estructura propia.
Su centro de actividades era el rancho Monte Rico, un predio rural ubicado en Veracruz, que no solo funcionaba como escondite, sino que albergaba un peculiar elemento, un zoológico privado. Este hallazgo generó sorpresa entre las autoridades, al evidenciar la magnitud del poder económico y logístico con el que contaban los delincuentes.

Monte Rico: la fortaleza rural de Los Piña
Mientras el descubrimiento del rancho Monte Rico ocurrió en 2020 por autoridades locales, versiones extraoficiales catalogaron el predio como “la joya de la corona” de la organización aparentemente responsable de la propagación de violencia en la región veracruzana.
El enclave protegido por sicarios, fue descrito como un espacio donde los cabecillas dirigían actividades ilícitas en municipios clave como Playa Vicente, Isla, Otatitlán, Loma Bonita y parte de la cuenca del Papaloapan.
Según un reportaje del periodista Ignacio Carvajal publicado en marzo de 2022, el nivel de violencia ejercido por Los Piña superaba al de otros grupos en la entidad. Monte Rico no solo funcionaba como base operativa, sino que estaba equipado con un zoológico privado, dos gimnasios, bodegas, un taller mecánico y varias viviendas, entre ellas, la residencia donde vivían las familias de los hermanos Alberto y Jacinto Rodríguez, señalados como líderes del grupo.
El predio, ubicado a unos cinco kilómetros de Tesechoacan, ocupaba una posición estratégica entre el puerto de Veracruz y Coatzacoalcos, lo que facilitaba el control de rutas clave para el tráfico de hidrocarburos.
Madres buscadoras que documentaron la violencia en la región denunciaron la existencia de animales exóticos en el rancho, incluidos leones, cerdos de Vietnam y cocodrilos, cuestionando con temor el destino de personas desaparecidas ante la presencia de estas especies. “Era aterrador y doloroso”, expresaron.
El ascenso de los Rodríguez se dio tras la caída de un criminal apodado “El Brujo de Playa”, y según datos de inteligencia, comenzaron como huachicoleros al saquear ductos de Pemex que conectan la refinería de Lázaro Cárdenas en Minatitlán con el altiplano. Desde entonces, enfrentamientos armados, fosas clandestinas y decomisos de propiedades como Monte Rico han sido atribuidos a las operaciones de Los Piña.

Mafia Veracruzana: Los Piña y su control violento del transporte en el norte del estado
El poder de la célula criminal conocida como “Los Piña”, no terminó con la captura de sus líderes visibles. Tras la detención de Norberto “N”, alias “Beto Piña”, en junio de 2022, la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz asestó otro golpe en agosto del mismo año al capturar a Ana Lilia “N”, alias “La Contadora”, “24”, “La Chilasca” o “La Jefa”, señalada como líder operativa del grupo.
Junto a ella fue detenido Fernando Alfonso “N”, alias “Pacheco”, su principal lugarteniente. Ambos mantenían su base de operaciones en la región limítrofe entre Veracruz y Oaxaca, zona estratégica para actividades delictivas como extorsión, robo de hidrocarburos y distribución de drogas.
Aunque en su momento las autoridades aseguraron que la detención de “La Contadora” significaría la desarticulación de las finanzas de “Los Piña”, lo cierto es que el grupo sigue activo. En entrevista con MVS Noticias, el periodista especializado en narcotráfico, Óscar Balderas, explicó que las extorsiones continúan, particularmente en el norte de Veracruz, donde la delincuencia organizada se ha ensañado con los trabajadores del transporte público.
“Es una guerra entre el cártel más longevo que tiene este país, el Cártel del Golfo, y una incisión entre el cártel de mayor expansión y crecimiento de este país, que es el CJNG”, advirtió Balderas. Según el especialista, Los Piña utilizan a los taxis locales como punto de distribución de drogas, red de vigilancia y fuente constante de cobro de piso.
“En Veracruz en la zona norte los taxistas, aplicando este modelo Z de 2008, pero que todavía se sigue implementando en 2025, se ven obligados a pagarle a la Mafia Veracruzana y luego se ven obligados a pagar también al grupo de Beto Piña, Los Piñas”, afirmó Balderas.
La violencia que rodea esta nueva guerra de extorsión quedó evidenciada en julio, cuando un video difundido en redes sociales mostró a Irma Hernández Cruz, profesora del municipio de Álamo Temapache, rodeada por hombres encapuchados que advertían sobre el cobro de piso a los taxistas.
La Fiscalía General del Estado confirmó el hallazgo de su cuerpo sin vida, y días después un conductor de taxi fue asesinado a tiros en la carretera Tuxpan-Cazones, mientras uno de sus pasajeros resultó herido.