El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó este domingo sobre la presencia de dos zonas de baja presión en el océano Pacífico con posibilidad de evolucionar a ciclón tropical, una de ellas con mayor riesgo para las costas mexicanas.
Las zonas de baja presión son regiones atmosféricas inestables que comúnmente generan nubosidad, lluvias intensas, tormentas eléctricas y vientos fuertes, según Protección Civil.
Cuando estas áreas adquieren organización y persistencia, pueden evolucionar en perturbaciones tropicales, la fase inicial de un ciclón tropical.
Dos zonas bajo monitoreo

La primera de estas zonas se ubica al sur de Guerrero, Michoacán y Colima, y ha incrementado al 50% su probabilidad de desarrollo ciclónico en los próximos siete días.
La segunda, localizada al suroeste de la península de Baja California, mantiene un 20% de probabilidad de formación ciclónica, tanto en las siguientes 48 horas como en los próximos siete días.
Esta última se encuentra a aproximadamente 2,660 kilómetros al oeste-suroeste de Cabo San Lucas, desplazándose hacia el oeste a 16 km/h, por lo que se considera de bajo riesgo para territorio nacional.
¿Qué es un ciclón tropical y por qué debe preocuparnos?

Un ciclón tropical es una extensa zona de baja presión que se forma sobre aguas cálidas. Su evolución incluye tres etapas: depresión tropical, tormenta tropical y finalmente huracán, clasificado en cinco categorías según la intensidad del viento. Estas formaciones pueden provocar precipitaciones intensas, oleaje elevado, marejadas y daños importantes al tocar tierra.
- Depresión tropical: vientos de hasta 64 km/h.
- Tormenta tropical: vientos de 64 a 117 km/h. En esta etapa se le asigna un nombre oficial.
- Huracán: vientos iguales o superiores a 118 km/h, divididos en categorías del 1 al 5, siendo esta última la más destructiva.