
Para los trabajadores mexicanos asegurados antes del 1º de julio de 1997, la Ley del Seguro Social de 1973 (Ley 73) sigue siendo una vía muy relevante para obtener una pensión por Cesantía en Edad Avanzada o Vejez.
Bajo esta ley, la edad estándar para recibir la pensión completa por vejez es a los 65 años. Sin embargo, existe la posibilidad de pensionarse antes, a partir de los 60 años, aunque con un ajuste que reduce el monto mensual que recibirás.
El cálculo es relativamente sencillo gracias a la tabla de reducción de porcentajes que establece el IMSS. Según esta tabla oficial, si decides pensionarte a los 64 años —es decir, un año antes de la edad máxima considerada para la pensión completa— recibirás aproximadamente el 95 por ciento del monto total que te correspondería si esperaras hasta cumplir 65 años.
Lo ideal es pensionarse a los 65 años

Esto significa que por cada año que adelantes tu pensión antes de los 65, se aplica una disminución del 5 por ciento sobre el monto base.
Aunque ese pequeño porcentaje podría parecer poco, en la práctica puede significar una diferencia importante a lo largo de los años, sobre todo si tu expectativa de vida supera la media.
Por ello, muchos especialistas recomiendan, siempre que sea posible, esperar hasta los 65 años para maximizar la pensión.
Cabe destacar que el monto final también dependerá del salario base de cotización de los últimos cinco años (o del tiempo que tengas cotizado si es menor) y del número de semanas cotizadas.
En la Ley 73, el requisito mínimo es de 500 semanas cotizadas, pero entre más semanas tengas, mayor será el monto que recibirás.
Finalmente, es importante diferenciar que este esquema es muy distinto al de la Ley 97, que aplica para quienes comenzaron a cotizar después del 1º de julio de 1997, donde la pensión se financia principalmente con los recursos de la cuenta individual administrada por una Afore.
Por ello, si decides pensionarte con 64 años bajo la Ley 73, recibirás aproximadamente el 95% del monto que tendrías a los 65 años. Antes de tomar la decisión, es fundamental analizar tu historial laboral, consultar tu número de semanas cotizadas y proyectar tus necesidades financieras para asegurarte de que la pensión cubra tus gastos futuros.