
El pasado 27 de junio de 2025, en el estado de Arizona, autoridades de Estados Unidos lograron la captura de Opinder Singh Sian, conocido bajo el apodo de “Thanos”, presunto operador indo‑canadiense acusado de encabezar un entramado transcontinental de metanfetamina, precursores químicos de fentanilo y alianzas criminales que van de China a Turquía.
Se trata de una serie de reportes y declaraciones de la agencia para la Administración y Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), citadas en expedientes judiciales y reportada por varios medios internacionales, las cuales señalan contactos operativos con proveedores químicos ligados a diversos entes políticos y grupos con actividades ilegales; entre ellos, en México, con el Cártel de Sinaloa.
Aunque el nexo no se ha litigado o establecido ante la justicia mexicana, la sola mención mueve a las autoridades a explorar posibles ramificaciones en la cadena de suministro de drogas sintéticas que fluye hacia y a través de territorio nacional.

El arresto y los cargos que enfrenta en la Unión Americana
Documentos presentados ante tribunales federales estadounidenses —reseñados y complementados con datos obtenidos por medios como Global News (Canadá) y The Times of India (India)— describen que la investigación sobre Sian arrancó en 2022 tras inteligencia recibida desde Turquía.
Desde ese momento, se destaca, agentes encubiertos de la DEA se infiltraron como coordinadores de transporte internacional y documentaron cuatro entregas de metanfetamina en el sur de California:
- 30 libras (lbs) el 22 de junio 2023
- 200 lbs el 6 de julio
- 100 lbs el 21 de agosto
- 200 lbs el 28 de agostos
Todas ellas con destino a Australia y ocurridas antes de su arresto.

El perfil de “Thanos”: origen canadiense y movimientos criminales en California
Singh Sian, de origen punjabí y con historial en las guerras de pandillas del área metropolitana de la ciudad de Vancouver, fue identificado por la policía canadiense como miembro de alto perfil de Brothers Keepers, grupo implicado en tráfico a gran escala de cocaína, MDMA, heroína, fentanilo, armas y violencia letal.
A pesar de ello, sobrevivió a tiroteos en 2008 y 2011 que marcaron su ascenso en el inframundo de Columbia Británica.
El presunto puente químico y de drogas: China, Los Ángeles y México
En 2023, según la declaración jurada citada en los expedientes, Sian presentó a un informante encubierto a Peng Zhou, empresario de transporte que dijo poder introducir precursores de fentanilo desde China a Vancouver y enviar hasta 100 kilogramos mensuales a Los Ángeles mediante su propia flota.

Los investigadores sostienen que esos químicos podían redistribuirse a “carteles mexicanos”, lo cual plantea la hipótesis de la existencia de una “huella global” del grupo.
¿Una pista que llega al principal grupo criminal de Sinaloa? Esto dicen las autoridades
La cobertura del caso en India —que cita la declaración jurada presentada en una corte norteamericana— afirma que Sian mantenía “lazos operativos” con proveedores químicos asociados al también conocido Cártel de Pacífico.
Estas aseveraciones todavía no se ventilan en una audiencia pública donde se exhiba la totalidad del expediente, por lo que constituyen líneas de investigación en curso, no conclusiones judiciales.
¿Cómo encaja en el rompecabezas del tráfico ilegal de fentanilo en Norteamérica?
La propia agencia antidrogas ha documentado que “los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) son probablemente los principales grupos responsables de introducir fentanilo a Estados Unidos desde México” y que redes con base en India han abastecido precursores que llegan —directa o indirectamente— a organizaciones mexicanas.

En ese mismo sentido, otro informe de inteligencia de 2020 detalló incluso un caso en que “un nacional indio asociado al Cártel de Sinaloa” suministró químicos como NPP y ANPP destinados a la síntesis de fentanilo.
Por su parte, el Departamento de Justicia ha subrayado que la organización fundada por Joaquín “El Chapo” Guzmán recurre a alianzas con redes internacionales —incluida banca clandestina china en California— para lavar decenas de millones de dólares en ganancias de droga, infraestructura financiera que podría entrecruzarse con brokers globales como los que, según la información del caso, orbitaban a Sian.
“Este investigación de la DEA descubrió una sociedad entre asociados del Cártel de Sinaloa y un sindicado criminal chino... para lavar dinero de la droga”, dijo el fiscal Martin Estrada al anunciar un caso de junio de 2024 e, igualmente, ilustrar el tipo de vínculos que los investigadores buscan desmantelar.

¿Y qué significa para México?
Hasta ahora no existe orden pública de captura en México contra Sian ni acusación formal que certifique cooperación con el Cártel de Sinaloa. Sin embargo, la mención reiterada en la declaración jurad ha activado alertas en áreas de inteligencia que monitorean importaciones químicas irregulares, cruces aduanales y brokers que operan desde Vancouver/Los Ángeles con destino a puertos mexicanos.
Finalmente, las próximas audiencias federales en territorio estadounidense podrían arrojar más documentación utilizable en asistencias jurídicas internacionales.