
Sumándose a uno de los fichajes más mediáticos de los últimos años en la Liga MX, Keylor Navas fue presentado de manera oficial como nuevo portero de los Pumas de la UNAM. Durante su presentación, una de las personas que también acaparó parte de los reflectores, fue Andrea Salas, esposa del guardameta tico.
Y es que Andrea no necesita portar guantes ni defender un arco para brillar. Desde hace años ha forjado una identidad propia como modelo, empresaria, influencer y madre, convirtiéndose en una figura que representa elegancia, fe y liderazgo.

Andrea Salas y Keylor Navas están casados desde 2009 y desde entonces han construido una familia sólida. Tienen tres hijos: Daniela, de 23 años, hija de una relación anterior de Andrea, pero que Keylor ha criado como si fuera suya; además de Mateo y Thiago, de 10 y 5 años respectivamente.
Originaria de Pérez Zeledón, Costa Rica, Andrea Salas dio sus primeros pasos en el mundo del modelaje con gran éxito. Su carisma y presencia la llevaron a coronarse Miss Hawaiian Tropic 2006, un título que no solo confirmó su belleza, sino que la catapultó al estrellato en su país natal. Pero lejos de quedarse en la etiqueta de “exreina de belleza”, la esposa de Keylor siguió su propio camino.

Influencer y emprendedora
Con mentalidad emprendedora y visión a largo plazo, cofundó Electro Body Center, un concepto de entrenamiento basado en electroestimulación que ha ganado popularidad tanto en Costa Rica como en España. Esta faceta como empresaria la muestra como una mujer que ha sabido construir algo propio más allá del apellido y las cámaras.
En redes sociales, Andrea Salas es una de las figuras más seguidas del entorno futbolístico latinoamericano. Su cuenta de Instagram está llena de momentos familiares, outfits que inspiran, consejos de vida saludable y, sobre todo, mensajes de fe. Su estilo de vida no se define solo por el lujo, sino por el equilibrio entre lo espiritual, lo familiar y lo profesional.

Andrea ha sido también el principal pilar en la vida de Keylor. En múltiples entrevistas, el guardameta ha reconocido que su fe en Dios y el apoyo incondicional de su esposa han sido fundamentales para su carrera.
De esta manera y tras haber firmado con Pumas, este núcleo familiar ahora tendrá su nuevo hogar en la Ciudad de México, y seguramente no pasará desapercibido entre los aficionados de auriazules y los medios de comunicación.