
La carambola, también conocida como fruta estrella, es el fruto del árbol Averrhoa carambola, originario del sudeste asiático.
Su forma tiene cinco a siete aristas pronunciadas y, al cortarse transversalmente, adquiere una apariencia de estrella. La pulpa es jugosa, crujiente y suele tener un sabor entre ácido y dulce, dependiendo del grado de maduración.
Se consume fresca, en jugos, ensaladas o como adorno en platos y postres. Además, la carambola aporta vitamina C, fibra y antioxidantes que le confieren muchos beneficios para la salud, sobre los cuales te contamos a continuación.
Cuáles son las propiedades curativas de la carambola
La carambola es reconocida por su contenido nutricional y por algunas propiedades que pueden considerarse beneficiosas para la salud. Entre sus principales propiedades se encuentran:
- Fuente de vitamina C: contribuye al fortalecimiento del sistema inmunológico y la protección frente a infecciones.
- Acción antioxidante: ayuda a combatir los radicales libres, lo que puede proteger las células del daño oxidativo.
- Aporte de fibra dietética: favorece la salud digestiva y puede ayudar en el control del colesterol.
- Propiedades hidratantes: su alto contenido de agua la convierte en una fruta útil para la hidratación.
- Bajo aporte calórico: adecuada para dietas bajas en calorías.

Cómo consumir carambola para obtener sus beneficios
Para obtener los beneficios de la carambola se recomienda consumirla de la siguiente manera:
- Fresca y cruda: lavar bien la fruta, cortar ambos extremos y rebanar transversalmente. Se puede comer sola o agregarse a ensaladas de frutas o verduras.
- En jugos: licuar la carambola con agua y, si se desea, añadir otras frutas o un poco de endulzante natural.
- Como adorno: sus rodajas en forma de estrella se usan para decorar platillos, postres o bebidas.
- En mermeladas, compotas o salsas: su pulpa puede aprovecharse en preparaciones dulces o agridulces.
Recuerda que no es necesario pelarla, ya que la piel es comestible.
Por su parte, es importante mencionar que el consumo debe ser moderado y estrictamente evitado en personas con enfermedad renal, debido a su contenido de oxalatos. Integrarla en una dieta balanceada favorece el aporte de vitaminas, fibra y antioxidantes.


