Qué tan saludable es jugar videojuegos, según la psicología

Algunos expertos recomiendan implementar los juegos de video en la rutina de manera moderada

Guardar
Los videojuegos podrían ser más
Los videojuegos podrían ser más beneficiosos para la salud de lo que se piensa. Foto: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

En las últimas décadas, los videojuegos han pasado de ser un pasatiempo infantil a una forma de entretenimiento global que involucra a personas de todas las edades. Si bien por años se les ha asociado con sedentarismo, adicción o aislamiento social, se han enocontrado resultados más matizados, mostrando que jugar videojuegos puede tener efectos positivos en la salud mental y cognitiva, siempre que se haga con moderación y criterio.

De acuerdo con la Asociación Americana de Psicología (APA), los videojuegos pueden fomentar habilidades cognitivas importantes. Juegos de estrategia, resolución de acertijos y acción rápida han demostrado mejorar funciones como la atención visual, la memoria de trabajo, la velocidad de procesamiento y la toma de decisiones.

Un estudio publicado en Nature, en 2013 encontró que los adultos mayores que jugaron videojuegos diseñados para entrenamiento cognitivo mostraron mejoras sostenidas en habilidades como la multitarea y la atención.

Lejos de los señalamientos negativos
Lejos de los señalamientos negativos que rodean a los juegos de video, existen beneficios que podrían ayudar a mejorar el estado de bienestar. Foto: (iStock)

En el ámbito emocional, se ha confirmado que jugar videojuegos puede funcionar como una válvula de escape emocional, ayudando a reducir el estrés, la ansiedad o incluso los síntomas de depresión leve. Según un estudio de 2021 realizado por la Universidad de Oxford, jugar videojuegos en tiempos moderados se asoció con un aumento en el bienestar subjetivo. Es decir, los participantes reportaron sentirse mejor emocionalmente después de jugar.

La psicología también ha comenzado a reconocer el valor social de los videojuegos. Títulos en línea y cooperativos, como Minecraft, Fortnite o Among Us, fomentan la colaboración, la comunicación y el sentido de pertenencia. Estos espacios virtuales pueden ser especialmente significativos para personas con dificultades para socializar en entornos físicos, como adolescentes introvertidos o personas con trastornos del espectro autista.

No obstante, los beneficios solo se mantienen cuando el uso de videojuegos es moderado y equilibrado. El principal riesgo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el llamado trastorno por uso de videojuegos, reconocido oficialmente en 2018.

Este se caracteriza por una pérdida de control sobre el juego, prioridad creciente sobre otras actividades, y uso continuado a pesar de consecuencias negativas. Aunque se trata de una condición poco frecuente, sí puede afectar seriamente la salud mental, social y física de quien lo padece.

Lo importante de los videojuegos
Lo importante de los videojuegos es saber usarlos sin caer en excesos. Foto: (iStock)

Otros efectos negativos del uso excesivo incluyen: trastornos del sueño, problemas de concentración, irritabilidad, sedentarismo y afectación en el rendimiento académico o laboral. Por eso, los psicólogos insisten en que se deben establecer límites claros de tiempo, promover pausas activas y fomentar una variedad de actividades recreativas.

En niños y adolescentes, el acompañamiento parental es fundamental. Expertos recomiendan que los padres conozcan los juegos que usan sus hijos, establezcan horarios razonables (no más de una a dos horas diarias) y prioricen contenidos apropiados para su edad.

En conclusión, desde el enfoque psicológico y científico, jugar videojuegos puede ser saludable y beneficioso, siempre que se mantenga dentro de un marco de autocontrol, propósito y equilibrio con otras áreas de la vida. Lejos de ser solo un riesgo, los videojuegos bien utilizados pueden ser una herramienta de desarrollo, bienestar y conexión social.