
El caldo de huesos es una preparación líquida obtenida al hervir huesos de animales (res, pollo, cerdo o pescado) durante un período prolongado, que puede superar las 8 o 12 horas, junto con agua, verduras y especias.
Este proceso largo permite extraer colágeno, gelatina, minerales y otros nutrientes presentes en los huesos y tejidos conectivos.
El resultado es un líquido denso, de sabor intenso y textura gelatinosa al enfriarse, especialmente si contiene suficiente colágeno. Este caldo suele usarse como base para sopas, guisos, salsas y también se consume solo por su sabor y aporte nutricional.
Se trata de un caldo que se ha vuelto popular por su supuesto valor nutricional y sus potenciales beneficios para la salud sobre los cuales aquí te contamos además de decirte si es saludable o no consumirlo de manera cotidiana.

Cuáles son los beneficios del caldo de huesos para la salud
Como mencionamos, el caldo de huesos, tradicionalmente elaborado hirviendo huesos de res, pollo, cerdo o pescado durante varias horas, aporta una serie de beneficios para la salud, entre los que destacan los siguientes:
- Fuente de proteínas y gelatina: Proporciona aminoácidos esenciales y gelatina, componentes que participan en la formación y reparación de tejidos.
- Aporte de minerales: Contiene calcio, magnesio, fósforo y potasio, minerales necesarios para la salud ósea y el metabolismo.
- Mejor digestibilidad: Suele ser fácil de digerir y puede ayudar a personas con molestias gastrointestinales leves.
- Favorece la hidratación: Contribuye a la ingesta diaria de líquidos, especialmente en cuadros de recuperación o convalecencia.
- Soporte articular: El colágeno y otros compuestos derivados de los huesos podrían ayudar al mantenimiento de las articulaciones, aunque la evidencia científica disponible es preliminar.
- Valor gastronómico: El caldo de huesos enriquece sopas, guisos y salsas, favoreciendo una alimentación variada y nutritiva.

Es sano consumir caldo de huesos todos los días
Consumir caldo de huesos todos los días puede ser seguro para la mayoría de las personas si se integra en una alimentación equilibrada y se prepara con ingredientes de calidad.
El caldo aporta agua, proteínas (principalmente gelatina y algunos aminoácidos) y minerales, aunque la cantidad de estos nutrientes varía según la receta y el tiempo de cocción.
Estas son algunas consideraciones que debes tener sobre su consumo diario:
- Aporte nutricional: Puede complementar la ingesta de líquidos y nutrientes, sobre todo en dietas insuficientes o en situaciones de recuperación.
- Cantidad de sal: Muchos caldos, especialmente los comerciales o preparados con mucho condimento, tienen altos niveles de sodio, lo que puede aumentar el riesgo de hipertensión o problemas renales si se consume en exceso; sin embargo, si preparas el caldo de manera natural puede consumirse de manera cotidiana sin riesgo.
- Purinas: Los caldos de huesos contienen purinas, que pueden aumentar los niveles de ácido úrico y no se recomiendan en personas con gota o predisposición a piedras renales.
- Seguridad alimentaria: Es importante asegurarse de que los huesos y otros ingredientes provienen de fuentes seguras para evitar contaminantes o restos de medicamentos veterinarios.
Como puedes ver si es posible consumir caldo de huesos de manera cotidiana, sobre todo si usa de base para elaborar los caldos de otros alimentos con un aporte extra de nutrientes.
Sin embargo, es importante recordar que personas con hipertensión, enfermedad renal o antecedentes de gota, es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de consumirlo de forma habitual.