
Presentar la declaración anual es una obligación central para personas físicas y morales que obtienen ingresos en México. Este trámite, supervisado por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), busca determinar si el contribuyente debe pagar impuestos adicionales, tiene saldo a favor o simplemente regulariza su situación respecto al último ejercicio fiscal.
La declaración anual es el reporte formal que los contribuyentes presentan al SAT, en el cual se detallan los ingresos, deducciones autorizadas, pagos provisionales, retenciones y saldo final del impuesto sobre la renta (ISR) correspondiente al año fiscal anterior. Esta declaración sirve para calcular el gravamen a pagar o para solicitar la devolución, en caso de que se hayan realizado retenciones por encima de lo que correspondía.
Las personas físicas deben presentar su declaración anual ante el SAT a más tardar el 30 de abril del año siguiente al ejercicio que se reporta, mientras que las personas morales (empresas y sociedades) deben hacerlo hasta el 31 de marzo.

La obligación de presentar la declaración anual para personas físicas se encuentra en el artículo 150 de la Ley del Impuesto sobre la Renta. Este precepto establece que quienes obtienen ingresos en un año de calendario, salvo excepciones como los ingresos exentos o aquellos por los que ya se pagó un impuesto definitivo, deberán declarar en el mes de abril del siguiente año.
Sí es posible presentar la declaración anual aún tres meses después de la fecha límite (por ejemplo, en julio), pero el SAT la considera una declaración extemporánea. Cumplir fuera del plazo no anula la obligación ni el derecho de entregarla, pero sí genera consecuencias y sanciones.
El artículo 82 del Código Fiscal de la Federación, específicamente la fracción I inciso D, señala que quienes presenten declaraciones fuera de los plazos legales pueden recibir multas que van de 18 mil 360 a 36 mil 740 pesos, dependiendo del caso.

Presentar la declaración después de la fecha límite puede ocasionar dificultades adicionales, como recibir una opinión negativa de cumplimiento fiscal (lo cual puede limitar la participación en licitaciones o la obtención de créditos), imposibilidad de tramitar devoluciones automáticas de saldo a favor y, en el caso de personas morales, hasta la restricción de los sellos digitales necesarios para emitir facturación electrónica.
Aún presentando la declaración anual de manera extemporánea es posible solicitar la devolución de impuestos a favor; sin embargo, el proceso será más lento y el reembolso no será automático y requerirá un proceso diferente que el que se haría en un reporte hecho en las fechas establecidas.


