
Una bandera monumental de la comunidad LGBT formada por personas de diferentes orientaciones sexuales fue creada en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México.
La finalidad de este evento era por motivo del mes del orgullo LGBT en la Ciudad de México, así como visibilizar el respeto a las personas de la comunidad en la capital del país.
Asimismo, que la Ciudad de México tenga el récord como la bandera monumental de los colores del arcoíris más grande del mundo. De igual manera, como una forma de celebración previo a la Marcha del Orgullo LGBT, la cual se llevará a cabo este próximo sábado 28 de mayo.
La convocatoria fue realizada a principios de este mes por diferentes dependencias del Gobierno de la Ciudad de México, como la Secretaría del Cultura, así como de las propias autoridades capitalinas.

La formación de la bandera monumental ocurrió en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México por la mañana del pasado domingo 22 de junio, donde las personas vistieron los colores del arcoíris, que simboliza a la comunidad LGBT.
Azul, verde, amarillo, naranja, violeta y rojo, fueron los colores que, quienes realizaron el registro previo y asistieron a este evento, vestían durante la presentación de la bandera monumental.
Playeras, gorras y paraguas, fue parte del atuendo que tenían que portar para la presentación de la bandera monumental LGBT en el Zócalo de la Ciudad de México.
Al lugar también asistió la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, quien estuvo acompañada de diferentes funcionarios capitalinos.

Durante la formación de la bandera y para realizar una actividad de baile y que desde una vista desde el cielo se vieran los paraguas abrir y cerrar, se llevó a cabo estas actividades anteriormente junto con una canción, la cual es icónica para la comunidad LGBT.
Se trata de la canción A quién le importa, que es un símbolo y canción icónica de la comunidad LGBT y el momento fue compartido en redes sociales.
¿De quién es la canción A quién le importa?
La canción A Quién Le Importa?, interpretada originalmente por Alaska y Dinarama en 1986, se ha convertido en un himno icónico para la comunidad LGBT+.
Su letra, que promueve la aceptación personal, el orgullo y la indiferencia hacia el juicio social, ha resonado profundamente entre quienes buscan celebrar su identidad y resistir los prejuicios.
A través de los años, ha sido utilizada en marchas del orgullo, eventos y espacios dedicados a la lucha por los derechos igualitarios.
Su mensaje de empoderamiento y libertad ha trascendido generaciones, consolidándola como una referencia cultural dentro del activismo de la comunidad LGBT+.
Esta canción también fue interpretada por Thalía en su álbum Arrasando (2000). La adaptación de la cantante mexicana modernizó la canción con un estilo pop latino y se convirtió en un éxito internacional.
