
La jericalla es uno de los postres más emblemáticos de la gastronomía jalisciense. De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), su preparación sencilla y su exquisito gusto lograron conquistar paladares más allá de las fronteras nacionales, posicionándose como una joya culinaria de México.
Existen distintas versiones sobre cómo surgió este manjar. Una de las más difundidas relata que una monja, al mezclar ingredientes tradicionales y llevarlos al horno, olvidó retirarlos a tiempo. Este descuido dio como resultado una textura única, con una capa superficial dorada que desde entonces distingue a este platillo.
Hoy en día, este postre tradicional figura entre las elecciones favoritas en distintos hogares del país, presente tanto en festividades como en momentos cotidianos. La sencillez de su elaboración y el atractivo de su sabor han impulsado su consumo. A continuación, te presentamos una versión casera que puede prepararse fácilmente y disfrutarse en compañía.
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¿Cómo preparar jericalla casera con pocos ingredientes?
Según la receta publicada en el sitio web de All Recipes México, esta versión rinde 10 porciones de 100 gramos cada una, con un tiempo estimado de preparación de 55 minutos. Su vida útil es de hasta tres semanas, siempre y cuando se conserve adecuadamente en refrigeración.
Ingredientes
- 4 tazas de leche entera
- 1 cuchara de vainilla
- 2 rajitas de canela
- 5 huevos
- 1 taza de azúcar
Utensilios
- 10 moldes de 10 ml
- tazón pequeño
Procedimiento
- Precalienta el horno a 200°С.
- Pon la leche, azúcar, vainilla y canela en una olla a fuego medio. Deja que hierva durante 3 minutos y apaga el fuego para que se enfríe un poco hasta que quede tibia.
- Aparte, bate los huevos con un tenedor en un tazón pequeño. Incorpora 6 cucharadas de leche tibia y vuelve a batir. Cuela y vierte dentro de la olla con la leche endulzada. Revuelve bien.
- Retira la raja de canela y desecha. Vierte la mezcla en moldes para jericalla, tipo flaneras. Colócalas dentro de un molde grande para hornear, con agua caliente, a fin de crear un “baño maría” para evitar que se resequen. Transcurrido este tiempo retirarlas y déjalas enfriar.

¿Cómo servir las jericallas con estilo y sabor?
De acuerdo con el sitio web especializado Directo Al Paladar, este tradicional postre puede adaptarse al gusto de cada comensal mediante complementos como frutas frescas, crema chantilly o un ligero toque de tequila, lo que permite personalizar su presentación sin alterar su esencia.
Usualmente, las jericallas se hornean en moldes individuales de aluminio o pequeñas cazuelas de barro, aunque también pueden utilizarse refractarios de cristal, cerámica o incluso recipientes de silicona resistentes al calor. Lo importante es emplear utensilios aptos para horno que mantengan la forma durante la cocción.
Este postre se disfruta en diversas temperaturas, tibio al salir del horno, a temperatura ambiente o bien frío tras varias horas en refrigeración. Su consistencia, suave y cremosa al principio, tiende a espesar con el tiempo, por lo que puede servirse según el nivel de densidad que prefiera cada quien.