
En medio de la conmoción por el asesinato de la influencer Valeria Márquez durante una transmisión de un en vivo en TikTok, las redes sociales desataron una ola de desinformación que dejó víctimas colaterales. Una de ellas fue el periodista deportivo Jesús Hernández, conocido como “El Chuyón”, cuya imagen fue falsamente asociada con el feminicidio, a propósito o sin querer.
La viralización de esto no solo provocó confusión en grandes medios de comunicación a nivel internacional, sino que derivó en amenazas directas, acoso digital e implicaciones personales graves para Hernández, quien decidió romper el silencio.
En una entrevista exclusiva con el periodista Javier Ceriani, “El Chuyón” relató que todo comenzó cuando una imagen suya comenzó a circular en redes sociales como si se tratara del exnovio de Márquez, de supuesto origen guatemalteco, quien supuestamente la había mandado a matar.
“Recibí unos 5000 mensajes, amenazas, ‘te vamos a encontrar, te vamos a buscar’. Soy un periodista deportivo”, afirmó durante la conversación.

“El Chuyón” explicó que su imagen ha sido usada frecuentemente en memes de diversos temas, ello a raíz del supuesto odio que tiene por parte de fans de equipos de futbol rival al que él apoya (Chivas).
“Lo de ayer fue un detonante muy grave porque estamos vinculando mi imagen de un periodista deportivo a cualquier situación. Y ellos dicen, ‘Disfruta el meme’. No, no, no es un meme”, dijo molesto.
El periodista destacó que incluso medios internacionales como la BBC en Brasil difundieron su imagen, sin verificar la información. “¿No hay un editor, no hay un productor?”, cuestionó.
Además, denunció que su imagen fue monetizada por otros creadores de contenido en TikTok sin su consentimiento: “Un amigo, no sé, de Estados Unidos, un millón de vistas tenía mi foto, lo que monetizó por mi foto, hizo plata por mi foto”.

Hernández expresó que intentó comunicarse con quienes difundieron el contenido, pero no obtuvo respuesta favorable. “Le escribí, ‘Oye, amigo, es mentira’, pero si está monetizando tantos dólares, no la va a bajar”, relató indignado.
Aprovechó también para lanzar una crítica directa a las plataformas digitales, cuestionando la falta de controles ante contenidos tan sensibles. “Facebook, Twitter (X) tienen que tener más cuidado porque puede generar algo muy grave”, reclamó.
El periodista expresó temor por su integridad física debido a la confusión generada. “Imagínate, yo el sábado quiero ir al centro, quiero tomar una nieve y va a venir alguien, ‘oye, tú, feminicida’”, lamentó. Añadió que incluso ha recibido mensajes deseándole daño físico y que por seguridad, dejará de asistir a recoger a su hija: “Ahorita, en unos días, no voy a ir por mi hija”.

Sobre la foto en cuestión que se compartió en redes, aclaró que fue tomada recientemente durante un viaje a Punta Cana y que los tatuajes que aparecen —algunos de los cuales se malinterpretaron como alusivos a pandillas— son en realidad dedicatorias a sus familiares: “Tengo tatuados los nombres de casi toda mi familia, mis hijas, mi mamá...”.
“El Chuyón” reiteró que continuará creando contenido sobre fútbol, como lo ha hecho hasta ahora, y llamó a denunciar las publicaciones que lo vinculen falsamente con el crimen de Márquez. “Yo soy un personaje, pero de futbol, no de otra cosa”, concluyó.
El crimen de Valeria Márquez
El feminicidio de Valeria Márquez, que dio origen a la confusión viral que afectó a Jesús Hernández, ocurrió mientras la joven realizaba una transmisión en vivo por TikTok. “A lo mejor me iban a matar”, dijo instantes antes de ser atacada a tiros.
Márquez, de 23 años y con 95 mil seguidores, fue asesinada en su propio salón de belleza en Zapopan, Jalisco. En el video se observa cómo, tras confirmar su identidad, un hombre fuera de cámara le dispara.

Vestía una blusa fucsia y sostenía un cerdito de peluche que había recibido minutos antes. Ante de ello se le veía intranquila, porque no sabía quién le iba a enviar un supuesto regalo costoso. “¿Me iban a levantar o qué?”, expresó en tono inquieto.
Las autoridades locales investigan el caso como feminicidio y aseguran que, hasta el momento, no hay pruebas de vínculo con el crimen organizado. El atacante huyó en motocicleta y el local fue clausurado mientras continuaban las entrevistas con testigos. La joven no había reportado amenazas previas.