
El reciente acuerdo de culpabilidad de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, con el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ, por sus siglas en inglés) marca otro capítulo en la larga serie de pactos entre capos del narcotráfico mexicano y el gobierno estadounidense.
En cada uno de estos acuerdos, la dinámica ha sido clara: información a cambio de beneficios penales y, en muchos casos, migratorios. A diferencia de los castigos ejemplares dictados en ausencia de cooperación, los testigos colaboradores han logrado sentencias reducidas, protección para sus familias y, en algunos casos, incluso han recuperado la libertad.
El 9 de julio próximo, Ovidio Guzmán López comparecerá ante una jueza federal en Chicago, donde se prevé que oficialice un acuerdo de culpabilidad por cargos de narcotráfico.

Este paso de Ovidio Guzmán López no es inédito: se inscribe en una estrategia consolidada por los fiscales estadounidenses desde hace más de dos décadas, en la que altos mandos del crimen organizado mexicano han optado por colaborar con la justicia de Estados Unidos a cambio de beneficios tangibles.
A continuación, un repaso por los casos más relevantes de narcotraficantes que, como él, negociaron su destino judicial entregando información clave sobre las redes del narcotráfico y la corrupción institucional.
Jesús Vicente Zambada, “El Vicentillo”
Hijo de Ismael “El Mayo” Zambada, Jesús Vicente Zambada Niebla fue extraditado en 2010. En 2013 firmó un acuerdo de cooperación con el Departamento de Justicia que le permitió testificar contra “El Chapo” durante su juicio en Nueva York entre 2018 y 2019.
A cambio de su colaboración, fue sentenciado en 2019 a 15 años de prisión, pero con crédito retroactivo desde 2009. Así, salió anticipadamente en libertad y fue incorporado al Programa de Protección de Testigos, lo que incluyó nuevas identidades y residencia legal en Estados Unidos para él y su familia.

Zambada aportó información clave sobre rutas de tráfico, estructuras de mando, lavado de dinero y la red de corrupción institucional en México y EEUU. En abril de 2022, el Departamento del Tesoro lo retiró de la lista de sancionados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), lo que le permitió recuperar cuentas y bienes.
El Departamento de Justicia valoró su cooperación como de “valor extraordinario”, y la jueza Rubén Castillo reconoció el papel determinante de Zambada en la estructura criminal, así como la magnitud de su aporte a las investigaciones federales, como en el juicio contra “El Chapo” Guzmán.
En enero de 2024, fue fotografiado en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington D.C., lo que confirmó que permanece en libertad bajo supervisión, aunque aún bajo el paraguas del Programa de Protección de Testigos.
Jesús Reynaldo Zambada García, “El Rey Zambada”

Hermano de “El Mayo”, Jesús Reynaldo Zambada García fue capturado en 2008 y extraditado en 2012. En 2014 firmó un acuerdo y se convirtió en testigo estrella en el juicio contra “El Chapo”, donde reveló sobornos millonarios a funcionarios mexicanos, incluidos jefes policiacos y políticos de alto rango. En 2023 volvió a testificar, esta vez contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública.
“El Rey” Zambada fue eliminado en 2021 de la lista de sancionados por la OFAC y actualmente no aparece en registros penitenciarios, lo que sugiere que permanece protegido bajo el mismo programa que su sobrino.
En diciembre de 2024, medios informaron que tanto “El Rey” Zambada como “El Vicentillo” podrían ser llamados a testificar contra Ismael “El Mayo” Zambada, quien fue detenido en julio de ese año en Nuevo México. Ambos compartieron durante años al mismo abogado defensor, Frank Pérez, lo que llevó a El Mayo a renunciar oficialmente a cualquier conflicto de interés en una audiencia celebrada en enero de 2025.
Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”

Exmando de la Policía Federal, Sergio Villarreal Barragán pasó de ser jefe del Cártel de los Beltrán Leyva a testigo clave en procesos judiciales en EEUU. Fue extraditado en 2012 y se convirtió en cooperante. Su testimonio fue esencial en el juicio contra García Luna, a quien acusó de recibir sobornos millonarios.
En diciembre de 2019 fue liberado por su cooperación, y en 2021 la OFAC lo eliminó de su lista negra. En México enfrenta órdenes de aprehensión por homicidio y secuestro, pero se presume que aún reside en Estados Unidos bajo resguardo federal.
Óscar Nava Valencia, “El Lobo”

Antiguo líder del Cártel del Milenio, Óscar Nava Valencia fue extraditado en 2011 y sentenciado a 25 años en 2014. En 2019, su condena se redujo a 16 años por colaborar con fiscales estadounidenses. Fue liberado anticipadamente en noviembre de 2023.
“El Lobo” testificó en juicios clave, entre ellos el de García Luna, al que acusó de recibir más de 10 millones de dólares en sobornos. En septiembre de 2024 declaró contra Rubén Oseguera González, “El Menchito”, hijo del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Dámaso López Serrano, “El Mini Lic”

Hijo de Dámaso López Núñez, “El Licenciado”, fue el primer jefe narco que se entregó voluntariamente a autoridades de EEUU en 2017. En 2018 se declaró culpable de conspiración para distribuir cocaína, heroína y metanfetamina, y recibió una sentencia reducida de 72 meses.
Liberado en 2022 bajo libertad condicional, fue arrestado nuevamente en diciembre de 2024 por tráfico de fentanilo. Las autoridades sospechan que intentaba regresar a México y reincorporarse al crimen organizado.
Además, enfrenta una orden de aprehensión en México por su presunta responsabilidad intelectual en el asesinato del periodista Javier Valdez.
Lucero Sánchez y Emma Coronel

Exdiputada local en Sinaloa, Lucero Sánchez fue arrestada en Estados Unidos en 2017 y se declaró culpable de tráfico de cocaína. Testificó contra “El Chapo” en su juicio y fue liberada en 2020. Desde entonces ha intentado rehacer su vida en Estados Unidos.
En 2023 fundó una marca de productos de belleza y publicó un libro autobiográfico. Participó en campañas por la paz en Sinaloa luego de iniciada la guerra intestina del Cártel de Sinaloa.
Por otro lado, la esposa de “El Chapo”, Emma Coronel fue liberada en septiembre de 2023 tras cumplir 31 meses de prisión por cargos de conspiración. Aunque no se ha confirmado oficialmente que haya testificado o cooperado en algún proceso, su sentencia reducida y rápida liberación han generado especulaciones sobre algún tipo de colaboración.
Desde su liberación ha retomado su vida pública y ha participado en eventos de moda o bien ha promocionado diversas marcas de fajas y suplementos. Vive bajo libertad supervisada y se le ha prohibido el contacto con criminales.