
El estado de Sonora, en México, ha dado un paso histórico al reconocer por primera vez el derecho de infancias trans a modificar su nombre y género en documentos legales.
Este avance se concretó tras una resolución judicial que permitió a dos menores, una niña de 11 años y un joven de 17 años, rectificar sus actas de nacimiento para reflejar su identidad de género. Según señalaron activistas y colectivos, este hecho marca las primeras rectificaciones de este tipo en el estado.
De acuerdo con la información publicada en Escándala, el proceso fue impulsado por los colectivos Sonora Trans y México Igualitario Derribando las Barreras A.C., con el respaldo legal de la abogada María Fernanda Velarde, presidenta de Sonora Trans A.C.

Velarde explicó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación había ordenado previamente al Congreso de Sonora permitir estas modificaciones para menores de edad. Sin embargo, ante la falta de acción legislativa, se presentó una demanda que resultó en el fallo favorable para los menores.
El caso comenzó cuando los menores, a través de sus tutores legales, solicitaron la rectificación de sus actas de nacimiento. Inicialmente, la solicitud fue rechazada, pero tras la intervención judicial, se les concedió el derecho a modificar tanto su género como su nombre en los documentos oficiales. Este reconocimiento representa un avance significativo en los derechos de las infancias trans en el estado.
El término “infancias trans” se refiere a niñas, niños y niñes que no se identifican con el género asignado al nacer. Esto implica que su identidad de género no corresponde con su sexo biológico. Por ejemplo, un niño trans es alguien que fue asignado mujer al nacer, pero que se identifica como niño.
Según los expertos, la identidad de género comienza a consolidarse entre los tres y cinco años, y muchos menores trans expresan desde edades tempranas que no se sienten cómodos con el género que les fue asignado.
Diversos estudios y organizaciones internacionales respaldan la validez de las identidades trans desde la infancia. Instituciones como la Asociación Americana de Psicología (APA), la Academia Americana de Pediatría (AAP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han reconocido la importancia de respetar y acompañar a los menores en su proceso de afirmación de género.

Además, investigaciones han demostrado que el acompañamiento afirmativo, que incluye respetar el nombre, los pronombres y la forma de vestir de los menores, reduce significativamente los riesgos de ansiedad, depresión y suicidio en esta población.
Un estudio publicado en la revista Pediatrics en 2018 reveló que los niños trans que reciben apoyo familiar presentan niveles de salud mental similares a los de sus pares cisgénero. Este hallazgo subraya la importancia del respaldo familiar y social para garantizar el bienestar de las infancias trans.
En México, algunos estados, como la Ciudad de México, ya permiten el cambio de nombre y género en actas de nacimiento para menores de edad con el consentimiento de sus tutores legales.
Sin embargo, a nivel nacional, persisten desafíos significativos debido a la resistencia y la desinformación en torno al tema. Este caso en Sonora representa un avance en la lucha por los derechos de las personas trans y podría sentar un precedente para otros estados del país.