
El Reloj del Juicio Final, un indicador simbólico que mide la cercanía de la humanidad a su posible extinción, se encuentra este año a tan solo 89 segundos de la medianoche, el punto más cercano a la catástrofe global en sus 78 años de historia. Según la Agencia EFE, esta decisión anunciada por el Boletín de Científicos Atómicos, la organización que gestiona este reloj desde su creación en 1947, tomó en cuenta como principales razones para este ajuste la guerra en Ucrania, el conflicto en Medio Oriente y el aumento de los arsenales nucleares por parte de las grandes potencias.
El Boletín advirtió que el avance de un segundo respecto al año anterior debe interpretarse como una señal de peligro extremo, además, los científicos destacaron que el conflicto Rusia-Ucrania, que está por cumplir tres años, podría escalar a un enfrentamiento nuclear debido a decisiones apresuradas o “errores de cálculo”.
Aunado al panorama mundial de las disputas bélicas, alertaron sobre la posibilidad de que el conflicto en Medio Oriente se descontrole y derive en una guerra más amplia dentro de un contexto en el que “los países que poseen armas nucleares están aumentando el tamaño y el papel de sus arsenales”.
La organización subrayó que el proceso de control de este tipo de armamento está en colapso y que los contactos de alto nivel entre las potencias nucleares son insuficientes para enfrentar el peligro actual, por lo que hicieron un llamado a Estados Unidos, China y Rusia, a quienes consideran responsables principales de evitar un desastre global. “El mundo depende de una acción inmediata”, enfatizaron.
Al respecto, EFE afirma que el reloj no había estado tan cerca de la medianoche ni siquiera en 1953, durante uno de los momentos más tensos de la Guerra Fría, cuando marcó dos minutos para la medianoche tras las primeras pruebas con armas termonucleares por parte de Estados Unidos y la Unión Soviética, por lo que la situación actual, según los científicos, es aún más crítica debido a la combinación de múltiples factores de riesgo.
Qué pasaría con México si hubiese un ataque nuclear a EEUU

En el caso de la República Mexicana, aunque históricamente ha mantenido una postura de neutralidad y no intervención, su proximidad geográfica a Estados Unidos la coloca en una posición vulnerable ante un posible ataque nuclear. Según un seminario organizado por El Colegio de la Frontera Norte (El Colef) en 2022, aunque todo el territorio se vería afectado por diversos motivos, las ciudades fronterizas del norte del país enfrentarían riesgos significativos debido a la cercanía de bases militares estadounidenses.
Durante dicho evento, organizado en colaboración con el Departamento de Estudios Urbanos y del Medio Ambiente (DEUMA), la Maestría en Administración Integral del Ambiente (MAIA) y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), los especialistas alertaron sobre los desafíos económicos y de infraestructura que dificultan la construcción de refugios en la zona, así como la necesidad de establecer programas de acción, como rutas de evacuación y atención posterior a un posible ataque, pues, independientemente de la población lesionada, debe proyectarse que a futuro los efectos generen enfermedades a causa de la radiación.
Por otro lado, relacionado con las afectaciones al medio ambiente, de acuerdo con un estudio titulado “Inseguridad alimentaria mundial y hambruna por la reducción de la producción agrícola, pesquera marina y ganadera debido a la alteración climática provocada por la inyección de hollín de la guerra nuclear” publicado en la revista Nature Food y citado en National Geographic, más allá de la destrucción provocada directamente por las explosiones y la radiación, dichos factores generarían incendios masivos que liberarían grandes cantidades de hollín en la atmósfera. Esto bloquearía la luz solar, afectando gravemente la producción en diversos sectores productores, desencadenando una crisis alimentaria mundial.
¿Qué tan probable es el inicio de una guerra nuclear?

Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, el riesgo de un conflicto nuclear ha aumentado considerablemente. Según la Universidad de los Andes en Colombia, el enfrentamiento entre la antigua Unión Soviética y la OTAN, que apoya a Ucrania, podría escalar si se extiende a países miembros de la alianza, como Polonia o los Estados bálticos y, en tal escenario, la alianza militar tendría la obligación de intervenir, lo que podría escalar rápidamente hacia el uso de armas nucleares tácticas en el campo de batalla.
El análisis de la Casa de Estudios advierte que, aunque los líderes de las potencias nucleares podrían abstenerse de usar estas armas al considerar las consecuencias catastróficas, no existe garantía de que lo hagan, por ello, la posibilidad de un “holocausto nuclear”, temido desde la Guerra Fría, sigue siendo una amenaza latente.