
El uso de plantas regionales en la herbolaria mexicana representa un legado ancestral que ha sido transmitido por generaciones, vinculado al conocimiento indígena y a la conexión con el entorno natural. México, por su rica biodiversidad, es hogar de una amplia variedad de plantas medicinales y comestibles que han logrado prevalecer hasta nuestros días.
Además, las plantas regionales que están preparadas a base de infusiones, cataplasmas o aceites esenciales, hechos con ingredientes locales permiten el acceso a soluciones naturales y asequibles para la salud, especialmente en comunidades donde los servicios médicos son limitados.
Entre las muchas plantas que prevalecen en la cultura herbolaría y gastronómica de México destaca el epazote, el cuál es originario de América Central, su nombre proviene del náhuatl epazotl y pertenece a la familia Amaranthaceae. Además, se reconoce por su fuerte olor característico utilizado en reconocidos platillos y en medicina tradicional.
Los beneficios del epazote

El artículo “Hierba olorosa y sabrosa, es el epazote” publicado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) menciona que el epazote es una planta con múltiples usos medicinales, algunos de ellos son:
Tratamiento de parásitos intestinales: el epazote es ampliamente reconocido por sus propiedades antihelmínticas, efectivas contra parásitos como lombrices (ascaris), anquilostomas y tenias. Su compuesto activo, el ascaridol, tiene una eficacia comparable a medicamentos como el albendazol, según estudios en humanos. Se utiliza comúnmente en infusión de hojas, tomada en ayunas, a veces combinada con otras hierbas como ajenjo o hierbabuena para potenciar su efecto.
Alivio de problemas digestivos: es empleado para tratar malestares estomacales como flatulencia, indigestión, diarrea, vómitos, dolor abdominal y estreñimiento, gracias a su contenido de fibra y propiedades antiflatulentas. Se recomienda añadirlo como condimento en platillos pesados, como frijoles, o consumirlo en té después de comidas copiosas para estimular la producción de jugos gástricos.
Reducción de dolores menstruales: por sus propiedades analgésicas y antiespasmódicas, el epazote se usa para aliviar cólicos menstruales y regular el flujo menstrual en casos de amenorrea u oligomenorrea. Se consume en infusión, a veces combinada con ruda, zoapatle o cabellos de maíz. También se emplea en baños de temazcal postparto para aliviar entuertos.
Propiedades antiinflamatorias y analgésicas: el epazote ayuda a reducir inflamaciones, especialmente en articulaciones (como en osteoartritis), y alivia el dolor actuando sobre receptores NMDA, según estudios en animales. También se aplica tópicamente para tratar heridas superficiales, irritaciones cutáneas, picaduras de insectos o quemaduras.
Fortalecimiento del sistema inmunitario: estudios en animales sugieren que el extracto de epazote regula la producción de macrófagos y linfocitos, fortaleciendo las defensas del organismo. En combinación con leche, se usa tradicionalmente para tratar afecciones respiratorias como bronquitis, gracias a sus propiedades expectorantes.
El epazote dentro de la gastronomía mexicana

Esta planta es un ingrediente icónico en la gastronomía mexicana, especialmente en platillos tradicionales donde su sabor herbal y ligeramente picante realza los sabores, entre los más populares se encuentran los siguientes.
- Frijoles de olla: los frijoles negros o pintos cocidos lentamente en olla de barro suelen llevar epazote para mejorar su sabor y reducir la flatulencia. Se agrega una rama fresca durante la cocción, que aporta un toque aromático distintivo.
- Quesadillas de flor de calabaza: estas quesadillas, rellenas de flores de calabaza salteadas con cebolla y ajo, a menudo incluyen epazote picado para intensificar el sabor terroso y floral. Es común en la cocina del centro de México.
- Esquites: en ciertas versiones de este antojito de maíz, el epazote se agrega al caldo en el que se cuecen los granos, dándoles un sabor único antes de mezclarlos con mayonesa, queso y chile.
- Mole de olla: este caldo rústico con carne de res, verduras (elote, calabacita, ejotes) y chile guajillo lleva epazote para equilibrar los sabores picantes y robustos, dándole un toque fresco.
- Tamales: algunos tamales, especialmente los de salsa verde o mole, incluyen epazote en el relleno o la masa para aportar un sabor más complejo. En Oaxaca, los tamales de frijol negro con epazote son tradicionales.