
Los sangrados nasales, conocidos médicamente como epistaxis, pueden convertirse en un problema recurrente durante los meses más cálidos del año. Aunque en la mayoría de los casos no representan un riesgo grave para la salud, su aparición puede generar preocupación, especialmente si no se sabe cómo manejarlos de manera adecuada.
Según la información consultada, el calor extremo y las condiciones ambientales propias de esta época del año son factores clave que contribuyen a su aparición. A continuación, se detallan las causas, las medidas preventivas y las acciones recomendadas para enfrentar esta situación.
Factores que aumentan los sangrados nasales en climas cálidos
De acuerdo con los especialistas, el aire seco y caliente es uno de los principales responsables de los sangrados nasales durante el verano. Este tipo de clima tiende a resecar las mucosas nasales, lo que las hace más propensas a agrietarse y sangrar. Además, el uso prolongado de ventiladores o sistemas de aire acondicionado agrava esta condición al reducir aún más la humedad en el ambiente.
Otro factor importante es la vasodilatación provocada por el calor. Las altas temperaturas dilatan los vasos sanguíneos, y en la nariz, donde existen numerosos capilares superficiales, esta dilatación puede facilitar su ruptura. Asimismo, la sudoración excesiva y la deshidratación debilitan las mucosas, aumentando su fragilidad.
Por otra parte, las alergias y la rinitis estacional, comunes en verano, pueden desencadenar episodios de sangrado. Estornudar con frecuencia o frotarse la nariz de manera repetitiva puede dañar los vasos sanguíneos. Finalmente, los cambios de presión arterial o el esfuerzo físico intenso, como el ejercicio en condiciones de calor extremo, también pueden ser detonantes de este problema.

Medidas preventivas para evitar la epistaxis en temporada de calor
Para reducir el riesgo de sangrados nasales, es fundamental mantener las mucosas nasales hidratadas. Según los expertos, el uso de soluciones salinas o sprays de agua de mar es una opción eficaz para conservar la humedad en las fosas nasales. Otra recomendación es aplicar una pequeña cantidad de vaselina o crema neutra en el interior de la nariz antes de dormir, utilizando un hisopo para evitar irritaciones.
La hidratación adecuada también juega un papel crucial. Beber suficiente agua durante el día no solo ayuda a prevenir la deshidratación general, sino que también fortalece las mucosas nasales. Además, se aconseja evitar ambientes excesivamente secos. Si se utiliza aire acondicionado, es recomendable emplear un humidificador o colocar un recipiente con agua en la habitación para aumentar la humedad ambiental.
Asimismo, es recomendable evitar ciertos hábitos que pueden desencadenar sangrados. Por ejemplo, no hurgarse la nariz ni frotarla con fuerza, así como cuidar la intensidad al sonarse. También se recomienda no estornudar con la boca cerrada, ya que esto puede generar una presión excesiva en los vasos sanguíneos de la nariz.

Qué hacer en caso de un sangrado por la nariz
Si ocurre un episodio de epistaxis, es esencial actuar con calma y seguir una serie de pasos básicos para controlar la situación. Lo primero es sentarse e inclinar la cabeza ligeramente hacia adelante. Esto evita que la sangre sea tragada, lo que podría causar náuseas o malestar estomacal. A continuación, se debe presionar suavemente la parte blanda de la nariz, justo debajo del hueso, durante un periodo de 10 a 15 minutos sin interrupciones.
Respirar por la boca y mantener la tranquilidad son medidas complementarias que ayudan a controlar el sangrado. Además, se puede colocar una compresa fría en la nuca o en la frente para favorecer la contracción de los vasos sanguíneos.
Por otro lado, existen prácticas que deben evitarse durante un sangrado nasal. No se debe echar la cabeza hacia atrás ni acostarse, ya que esto puede provocar la ingesta de sangre. Tampoco es recomendable sonarse la nariz inmediatamente después de que el sangrado haya cesado, ya que esto podría reabrir la herida.
Cuándo buscar atención médica
Aunque la mayoría de los sangrados nasales son benignos y se resuelven con las medidas mencionadas, hay situaciones en las que es necesario buscar atención médica. Según los especialistas, se debe acudir a un profesional de la salud si el sangrado dura más de 20 minutos, si es muy abundante o si ocurre de manera repetitiva. También es importante consultar a un médico si el episodio se acompaña de síntomas como mareo, palidez, dificultad para respirar o sangrado en otras partes del cuerpo, como los oídos o las encías.
Asimismo, las personas que toman anticoagulantes o que tienen problemas de coagulación deben estar especialmente atentas y buscar ayuda médica ante cualquier episodio de epistaxis, ya que su condición puede complicar el control del sangrado.