Ojos amarillos: esta es la enfermedad que podrías tener sin darte cuenta

Especialistas resaltan que prestar atención a sutiles señales es clave para descubrir alteraciones internas significativas

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Los ojos amarillos pueden ser
Los ojos amarillos pueden ser signo de ictericia, una condición relacionada con enfermedades hepáticas o niveles altos de bilirrubina en sangre. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Con frecuencia, el cuerpo humano emite señales que advierten sobre alteraciones en su funcionamiento, por lo que resulta fundamental prestar atención a cualquier síntoma inusual que pueda manifestarse. Estas señales, aunque a veces sutiles, pueden ser indicios tempranos de enfermedades que aún no han sido diagnosticadas.

Un ejemplo claro de esto es la aparición de una tonalidad amarillenta en los ojos, lo cual podría ser un signo de hepatitis, incluso en ausencia de otros síntomas evidentes.

Zuleica Grullón, quien se sometió a una operación para mejorar su visión, mostró el sorprendente resultado en TikTok, donde uno de sus ojos cambió de color tras el procedimiento. Crédito: YouTube / Zuleica Grullón

La hepatitis es una afección que no siempre presenta signos de manera inmediata, pero en sus primeras fases pueden surgir manifestaciones como fatiga persistente y molestias en la zona abdominal.

Según explicó el doctor Sebastián Urzúa, estos síntomas iniciales pueden pasar desapercibidos o confundirse con otras dolencias comunes. Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, aparecen señales más evidentes como la ictericia —una coloración amarilla en la piel y los ojos—, además de orina oscura y heces de tonalidad clara.

(Crédito : Memorial Sloan Kettering
(Crédito : Memorial Sloan Kettering Cancer Center)

Diagnóstico de la hepatitis

El diagnóstico de la hepatitis se fundamenta principalmente en pruebas de laboratorio que permiten identificar la presencia de virus específicos en la sangre. Asimismo, se pueden solicitar estudios de imágenes para evaluar el estado del hígado y descartar posibles complicaciones.

Estas herramientas diagnósticas son complementadas con la elaboración de una historia clínica detallada, en la que se recopila información sobre posibles factores de riesgo, tales como la ingesta de alimentos contaminados o la práctica de relaciones sexuales sin protección.

La historia clínica es una herramienta fundamental para orientar el diagnóstico y establecer la causa probable de la enfermedad. En esta etapa, el profesional de la salud realiza una serie de preguntas destinadas a conocer los hábitos del paciente y su posible exposición a fuentes de contagio.

Un hombre acude a consulta
Un hombre acude a consulta médica (Shutterstock)

Algunas de las interrogantes más frecuentes incluyen si el paciente ha consumido recientemente alimentos en mal estado o si ha mantenido relaciones sexuales sin medidas preventivas, ya que estas condiciones pueden estar directamente relacionadas con la transmisión de determinados tipos de hepatitis.

En conclusión, la detección temprana de los síntomas y la adecuada interpretación de los factores de riesgo son esenciales para un diagnóstico oportuno de la hepatitis. Prestar atención a las señales del cuerpo y acudir al médico ante cualquier anomalía puede marcar la diferencia en el tratamiento y evolución de esta enfermedad.