
Las varices son un problema habitual causado por una circulación deficiente que puede generar molestias como pesadez, hinchazón y dolor en las piernas. Aunque los tratamientos médicos son esenciales, existen aliados naturales que pueden complementar el cuidado de la salud vascular.
A continuación, exploramos tres infusiones basadas en plantas conocidas por sus beneficios para la circulación: té de romero, ginkgo biloba y hamamelis.
Té de romero: un aliado natural contra las varices
El romero es una planta aromática muy apreciada en la gastronomía y la medicina natural. Rico en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, el té de romero puede mejorar la circulación al promover la dilatación de los vasos sanguíneos, reduciendo la presión sobre las venas.
Esto no solo ayuda a prevenir la formación de varices, sino que también minimiza el riesgo de complicaciones asociadas, como la aparición de hinchazones o dolores en las extremidades inferiores.

Preparación: Hierve una taza de agua (250 ml) y añade una cucharada de hojas de romero secas. Deja reposar durante 5 a 10 minutos, cuela y consume en las mañanas.Recomendación: Puedes beber este té tres veces por semana para potenciar sus efectos en la circulación.
Ginkgo biloba: el antiguo secreto para la circulación
El ginkgo biloba ha sido utilizado durante siglos en la medicina tradicional para mejorar la salud cardiovascular. Sus propiedades antioxidantes protegen los vasos sanguíneos y promueven una mejor microcirculación, aumentando la elasticidad y el flujo sanguíneo en las venas.
Además, su capacidad para reducir la formación de coágulos hace del té de ginkgo biloba un apoyo valioso para prevenir problemas derivados como la inflamación y el dolor asociado a las varices.
Preparación: Coloca una cucharadita de hojas de ginkgo biloba secas en una taza de agua hirviendo. Deja infusionar durante 8 a 10 minutos, cuela y bébelo al inicio del día.Recomendación: Limita su consumo a una taza por día debido a su potente acción en la circulación.

Hamamelis: el astringente natural
El hamamelis es reconocido por sus propiedades astringentes gracias a su alto contenido en taninos. Esta planta actúa tonificando las venas y reduciendo la inflamación, lo que alivia la sensación de pesadez en las piernas y mejora el aspecto de las venas afectadas por varices. Además, su capacidad antiinflamatoria contribuye a la recuperación de la piel y la prevención de irritaciones.
Preparación: Hierve una taza de agua y añade una cucharada de hojas o corteza de hamamelis. Deja reposar por 7 a 10 minutos, cuela y bebe mientras aún esté tibio. Recomendación: Su uso tres o cuatro veces por semana puede ser suficiente para notar cambios en las molestias circulatorias.
Aunque estas infusiones pueden ser útiles para mejorar la circulación y aliviar algunos síntomas relacionados con las varices, es fundamental subrayar que no son soluciones milagrosas. Su uso debe enmarcarse dentro de un enfoque integral que incluya una dieta equilibrada, actividad física regular y una adecuada hidratación.

Además, cualquier cambio en la rutina alimenticia o la incorporación de remedios naturales debe ser supervisado por un médico, nutriólogo o dietista, especialmente si existen condiciones preexistentes de salud o tratamientos médicos en curso. Estas infusiones pueden complementar, pero no reemplazar, las recomendaciones profesionales para tratar las varices.
Con pequeños cambios en los hábitos diarios y el apoyo de opciones naturales como estas infusiones, se puede cuidar la salud vascular de forma natural y preventiva.