Una anécdota escalofriante resurgió tras la reciente liberación de Ernesto Fonseca Carrillo, alias Don Neto, cofundador del Cártel de Guadalajara. El capo de 95 años abandonó la prisión el pasado sábado 5 de abril, luego de haber cumplido una condena de 40 años por el asesinato del agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena. Con su libertad, vuelven a cobrar fuerza los episodios más oscuros de su historia, entre ellos, una fiesta que casi le cuesta la vida a Juan Gabriel.
De acuerdo con el expolicía Ramón Lira, citado en el libro Emma y las otras señoras del narco de la periodista Anabel Hernández, Don Neto solía organizar fiestas en el rancho La Herradura, ubicado en el poblado de Atequiza, Jalisco. A estas reuniones asistían figuras clave del narcotráfico, funcionarios de alto nivel y celebridades de la farándula. Una noche, en pleno apogeo de su carrera, el Divo de Juárez animó una de estas celebraciones.
Entre los asistentes se encontraba Pablo Escobar, el temido narcotraficante colombiano. Según Lira, un acompañante de Escobar propuso una peligrosa “broma” durante la fiesta: ofreció un millón de dólares a Juan Gabriel si se atrevía a besar en los labios al líder del Cártel de Medellín.
“El cantante, seguramente más por intimidación que por dinero, fue y sorpresivamente le plantó un beso en los labios a Escobar”, relató Lira.
El beso que casi le cuesta la vida a Juan Gabriel
Lo que vino después fue un instante de máxima tensión. Escobar, irritado, desenfundó una pistola. Don Neto hizo lo mismo. Por unos segundos, el ambiente se volvió irrespirable. La vida de Juan Gabriel, ícono de la música mexicana, pendía de un hilo. Solo la intervención del autor de la broma, quien explicó que todo era una “ocurrencia”, evitó una tragedia. Don Neto rompió en carcajadas. Escobar, aunque molesto, terminó por calmarse. Mientras tanto, Juan Gabriel desapareció discretamente del lugar, temeroso de una reacción posterior del capo colombiano.
Esta historia revela el nivel de impunidad y poder con el que operaban los líderes del narcotráfico en los años ochenta. También expone la manera en la que artistas fueron arrastrados a un entorno dominado por el crimen, muchas veces sin poder rechazar invitaciones ni imponer condiciones.
Detención de Don Neto
Don Neto fue detenido días después, el 7 de abril de 1985, en Puerto Vallarta, Jalisco. Pasó más de tres décadas en prisión, primero en penales de alta seguridad y, desde 2016, bajo arresto domiciliario debido a problemas de salud. A su lado cayeron otros líderes del Cártel de Guadalajara como Rafael Caro Quintero y Miguel Ángel Félix Gallardo, todos implicados en el asesinato de ‘Kiki’ Camarena.
Hoy, Don Neto vuelve a estar en libertad. Aunque su edad y estado de salud lo alejan de la vida criminal activa, las huellas de su pasado siguen marcadas en los relatos que conectan a los capos con las figuras públicas de la época. La fiesta que casi termina en tragedia para Juan Gabriel es apenas una de las muchas historias que aún permanecen en la penumbra del narcotráfico mexicano.
