
La espada de San Jorge, cuyo nombre científico es Sansevieria zeylanica, y la lengua de suegra, identificada como Sansevieria trifasciata laurentii a menudo son confundidas o consideradas la misma planta, pues comparten algunas características al pertenecer a la misma familia, sin embargo, pese a sus similitudes, cada una tiene particularidades que permite diferenciarlas.
Según la Sociedad Mexicana de Fitopatología, el género Sansevieria abarca plantas de la familia Agavaceae, conocidas principalmente por su follaje ornamental e incluye entre 50 y 70 especies originarias de diversas regiones, como el sur y este de África, Madagascar, Arabia, India y el este de Asia.
Caracterizadas por su agrupación de hojas rígidas, carnosas y verticales, que suelen alcanzar los 45 cm de altura, estas plantas carecen de tallo y sus hojas emergen directamente de la base, presentando colores y patrones diversos, los cuales varían entre las distintas especies y son una de las principales señales para diferenciarlas, al igual que el tamaño.
¿Cómo diferenciar estas dos especies?

Según el Centro de Jardinería Viveiros Cultiflor, con sede en Vieirinhos, Portugal, la distinción entre la espada de San Jorge y la lengua de suegra se puede hacer de manera sencilla observando el color y la forma de sus hojas. Aunque ambas comparten una estructura similar, las hojas de la espada de San Jorge son más sencillas, careciendo del borde amarillo característico de la lengua de suegra, además, tienen una forma más cilíndrica y redondeada, de un verde profundo, a veces con un tinte grisáceo, y poseen la particularidad de perfumar el ambiente durante la noche.
En contraste, la lengua de suegra se caracteriza por su contorno amarillo distintivo que enmarca un patrón verde intenso que se concentra hacia el centro de cada hoja, además, esta planta tiene la capacidad de producir flores, por lo que es una opción muy apreciada en el interiorismo gracias a sus propiedades estéticas y de fácil adaptación.
¿Cuáles son los cuidados de las Sansevieria?

Ma. Belén Acosta, especialista en gestión y organización de recursos naturales y paisajísticos, en un artículo publicado en la plataforma Ecología Verde, explica que esta especie destaca por su capacidad de adaptarse a diferentes condiciones ambientales, por lo que son ideales para quienes buscan una planta decorativa no muy demandante.
De acuerdo con la especialista, la Sansevieria no requiere de mucha luz para prosperar y puede adecuarse sin problema a espacios con sombra, sin embargo, en caso de exponerse a algunas horas de luz solar directa al día, su crecimiento será más vigoroso y rápido, una característica versátil, que la hace capaz de adaptarse tanto a interiores como a jardines exteriores.
Otro de los aspectos destacados de la Sansevieria es su resistencia a las altas temperaturas y su capacidad para tolerar períodos de sequía. Según Ecología Verde, esta planta no solo soporta el calor, sino que incluso puede colocarse cerca de radiadores en el hogar sin sufrir daños. No obstante, es importante evitar exponerla a temperaturas frías o a un exceso de humedad, ya que estas condiciones sí pueden afectar negativamente su desarrollo. Además, la especialista recomendó ubicar la planta en un lugar protegido de corrientes de aire, ya que estas no son bien toleradas por la Sansevieria.
Cuando se cultiva en maceta, es fundamental que ésta cuente con agujeros de drenaje para evitar el exceso de agua, que podría dañar las raíces de la planta. Según Acosta, es necesario trasplantarla a una maceta más grande cuando la planta haya superado el tamaño del recipiente actual, lo que suele ocurrir aproximadamente una vez al año. Este proceso asegura que la Sansevieria tenga suficiente espacio para seguir creciendo de manera saludable.
Finalmente, en caso de que se desee reproducir la planta, este proceso puede llevarse a cabo mediante dos métodos principales: la división del rizoma y el uso de esquejes de hoja. Según explicó Ma. Belén Acosta en su artículo, la reproducción por división es el método más sencillo y consiste en cortar el rizoma con un cuchillo, asegurándose de que cada sección tenga algunas hojas. Los retoños que aparecen junto a la base de la planta también pueden separarse y plantarse en macetas individuales para obtener nuevos ejemplares.
Por otro lado, la reproducción mediante esquejes de hoja implica cortar las hojas en fragmentos de aproximadamente cinco centímetros de longitud. Estos fragmentos deben dejarse secar durante una semana para que los cortes cicatricen antes de plantarlos en un sustrato poroso y rico en nutrientes. Según Ecología Verde, es importante mantener los esquejes en un lugar cálido y regarlos con moderación para favorecer el desarrollo de nuevos tallos y raíces.