
El síndrome del túnel carpiano (STC), una afección que afecta el nervio mediano al pasar por la muñeca, puede prevenirse con cambios en los hábitos diarios, según informó un análisis reciente. Este trastorno, que se produce por la compresión del nervio debido a inflamación o presión prolongada, está estrechamente relacionado con actividades repetitivas y posturas inadecuadas.
De acuerdo con la información consultada por este medio, existen cuatro prácticas comunes que podrían contribuir al desarrollo de esta condición, pero también se ofrecen estrategias claras para evitarlas.
Uso prolongado del teclado y ratón en posiciones incorrectas
Uno de los factores más comunes que contribuyen al síndrome del túnel carpiano es el uso prolongado de dispositivos como el teclado y el ratón, especialmente cuando las muñecas permanecen en posiciones forzadas, ya sea dobladas hacia arriba o hacia abajo.
Esta postura genera una presión adicional sobre el nervio mediano, lo que puede derivar en inflamación y, eventualmente, en el desarrollo del STC.

Para prevenir este problema, se recomienda ajustar el espacio de trabajo siguiendo principios de ergonomía. Esto incluye mantener las muñecas en una posición neutra, alineadas con los antebrazos, y utilizar teclados y ratones diseñados específicamente para reducir la presión en las muñecas.
Además, es fundamental que la altura del escritorio y la silla permita que los brazos formen un ángulo de 90 grados, evitando tensiones innecesarias. También se sugiere realizar pausas activas cada 30 a 60 minutos para estirar las muñecas y las manos, lo que ayuda a aliviar la tensión acumulada.
Movimientos repetitivos de la mano y la muñeca
Por otra parte, actividades que implican movimientos repetitivos, como escribir, tocar instrumentos musicales o realizar tareas manuales como coser o ensamblar objetos, pueden ser perjudiciales para las muñecas. Estos movimientos constantes generan microtraumas que, con el tiempo, aumentan la inflamación en el túnel carpiano y comprimen el nervio mediano.
Para mitigar este riesgo, se recomienda alternar las tareas repetitivas con otras actividades que no impliquen un esfuerzo constante de la muñeca. Además, es importante evitar la sobrecarga realizando descansos frecuentes para permitir que las muñecas se relajen y se recuperen.
Los ejercicios de estiramiento también son una herramienta clave para reducir la tensión muscular. Movimientos simples, como girar las muñecas o extender los dedos, pueden mejorar la flexibilidad y prevenir lesiones.
Posturas inadecuadas al dormir

Dormir con las muñecas dobladas o en posiciones incómodas es otro de los hábitos que, según algunos estudios, puede contribuir al desarrollo del síndrome del túnel carpiano. Esta postura aumenta la presión sobre el nervio mediano, y si se repite de manera constante, puede agravar los síntomas de la afección.
Para evitar este problema, se recomienda el uso de férulas o soportes para las muñecas durante la noche, ya que ayudan a mantenerlas en una posición neutra mientras se duerme. También es importante evitar dormir con las manos sobre la cabeza o dobladas, asegurándose de que las muñecas no estén comprimidas durante el descanso.
Finalmente, levantar objetos pesados sin una técnica adecuada puede ejercer una presión excesiva sobre las muñecas, lo que incrementa el riesgo de lesiones y contribuye al desarrollo del STC. Este esfuerzo repetido puede dañar los tejidos y agravar la inflamación en el túnel carpiano.