Maestros crean programa educativo en el sur de México ante el aumento de la migración infantil

El incremento del 70.6 % en la migración irregular de menores los deja fuera del sistema educativo en Chiapas

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Más de 108 mil menores
Más de 108 mil menores fueron detectados en situación de migración irregular en México en 2024. (EFE/Juan Manuel Blanco)

En el estado de Chiapas, al sur de México, un grupo de maestros ha implementado un programa educativo para atender a niños migrantes que, debido a su situación, han quedado fuera del sistema escolar regular.

El contexto en el que se desarrolla este programa educativo está marcado por un aumento significativo en la migración de menores hacia el norte del continente.

Según datos del Gobierno de México citados por EFE, entre enero y agosto de 2024 se detectaron 108 mil 444 menores de edad en situación de migración irregular. Este incremento, que supera el 70% en comparación con el mismo periodo del año anterior, refleja la creciente complejidad del fenómeno migratorio en la región.

Además, la mayoría de estos niños y adolescentes provienen de países de Centroamérica y el Caribe, aunque también se han registrado casos de menores de Sudamérica y África. Muchos de ellos enfrentan largos períodos de espera en la frontera sur de México, donde las condiciones de vida suelen ser precarias y el acceso a servicios básicos, como la educación, es limitado.

Un programa que responde a la migración irregular

Maestros en Chiapas enseñan en
Maestros en Chiapas enseñan en fincas y albergues para brindar educación a menores migrantes. (EFE/Juan Manuel Blanco)

El Programa de Educación Migrante del estado de Chiapas (Pemch), que opera en municipios como Tapachula, San Cristóbal de Las Casas, Tuxtla Gutiérrez, Palenque y Comitán, busca garantizar el derecho a la educación de estos menores.

De acuerdo con EFE, la iniciativa responde a un incremento del 70.6 % en la migración irregular de menores de edad entre enero y agosto de 2024, lo que ha dejado a miles de niños sin acceso a la educación durante meses o incluso años.

En total, 35 docentes trabajan en fincas y albergues de la región, atendiendo a 1,345 estudiantes migrantes en niveles de preescolar, primaria y secundaria. En Tapachula, la ciudad más grande de la frontera sur, tres maestros lideran esta labor educativa.

El profesor Pablo Arriaga Velázquez, quien forma parte del programa en Tapachula, explicó a EFE que la iniciativa surgió debido a las dificultades que enfrentan los menores migrantes para integrarse en las escuelas regulares.

“Estamos recibiendo a todas las nacionalidades, tenemos alumnos de Cuba, Haití, Honduras, El Salvador, Guatemala, Brasil y Venezuela, tenemos muchos alumnos”, detalló.

El programa no sólo atiende a niños en edad escolar básica, sino que también incluye a jóvenes en nivel medio superior. Según el informe de EFE, 238 estudiantes migrantes provenientes de países como Honduras, África, Nicaragua, El Salvador y Guatemala asisten a bachilleratos, tele bachilleratos y preparatorias estatales, así como a instituciones privadas en la región.

La educación como herramienta de integración

Los alumnos son de nacionalidades
Los alumnos son de nacionalidades diversas que abarcan desde Centroamérica hasta África, mostrando el alcance de la migración infantil. (EFE/Juan Manuel Blanco)

El Pemch no sólo busca garantizar el acceso a la educación, sino también promover la integración de los menores migrantes en las comunidades donde se encuentran.

Los maestros enfrentan el desafío de trabajar con estudiantes de diferentes nacionalidades, idiomas y contextos culturales, lo que requiere un enfoque pedagógico flexible y adaptado a las necesidades de cada grupo.

En este sentido, el programa representa una respuesta concreta a una problemática que afecta a los niños en tránsito. Según EFE, muchos de estos menores han perdido meses o incluso años de escolaridad debido a los desplazamientos forzados y las largas esperas en los puntos fronterizos, lo que afecta su desarrollo académico y su bienestar emocional y social.

Aunque el trabajo de los maestros del Pemch es un ejemplo de cómo la educación puede ser una herramienta para mitigar los efectos negativos de la migración en los niños, la magnitud del fenómeno migratorio y las condiciones en las que se desarrolla plantean interrogantes sobre la capacidad de los gobiernos y las instituciones para garantizar los derechos de esta población en el largo plazo.