Exalcaldesa de Chilpancingo detalló por primera vez qué pasó en su reunión con el líder criminal de Los Ardillos

Norma Otilia Hernández se defendió de los señalamientos en su contra por la reunión con el líder criminal y afirmó que no tuvo más opción

Guardar
Norma Otilia Hernández asegura que
Norma Otilia Hernández asegura que no pactó con Celso Ortega Jiménez y explica por qué aceptó reunirse con él en Quechultenango. (Anayeli Tapia/Infobae)

La exalcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández, reveló por primera vez los detalles de su reunión en 2022 con Celso Ortega Jiménez, alias La Ardilla, señalado como líder del grupo criminal Los Ardillos, en un restaurante de Quechultenango, Guerrero.

En entrevista con la periodista Azucena Uresti, Hernández sostuvo una vez más que no pactó con el grupo delictivo y afirmó que el encuentro fue motivado por la crisis de violencia que vivía la capital guerrerense.

No desayunamos, fue un café. Duró menos de una hora”, aseguró. Hernández, quien ya había admitido el encuentro en 2023 tras la difusión de fotografías, audios y un fragmento de video, ahora ofreció por primera vez su versión completa sobre lo que se dijo y lo que motivó su decisión de sentarse con Ortega Jiménez.

La exalcaldesa ubicó el encuentro en un momento crítico. En junio de 2022, según su relato, multihomicidios, retención de militares, asesinatos de transportistas y bloqueos habían paralizado el municipio. “La gente me pedía auxilio. Nadie podía pasar. A los transportistas los asesinaban o les quemaban sus unidades”, dijo.

Indicó que, ante la falta de respuesta del gobierno estatal y federal, optó por buscar por su cuenta canales de diálogo para contener la situación, pues no le quedó de otra. “No evadí mi responsabilidad, fui a buscar soluciones”, dijo.

Qué pasó en la reunión

Norma Otilia Hernández rompió el
Norma Otilia Hernández rompió el silencio y dio su versión de los hechos a detalle por primera vez. (Facebook Norma Otilia Hernández Martínez)

Según Norma Otilia Hernández, alguien le sugirió en el restaurante que Ortega Jiménez —a quien no identificó de inmediato— se encontraba en el lugar y que sería útil hablar con él. “Me dijeron que era el encargado del tema de seguridad. Me pareció oportuno dialogar con él como presidenta municipal”, declaró.

Aclaró que no fue una cita pactada previamente, sino un encuentro que se presentó de forma circunstancial: “Me dijeron ahí mismo. Yo iba acompañada por mi esposo y otras personas”, explicó.

La exalcaldesa aseguró que Ortega comenzó hablando de la situación en Chilpancingo, y que se mostró molesto por el manejo del conflicto. “Decía que antes de ellos llegar como autodefensas, pidieron ayuda a la población, que estaban ahí por solicitud del pueblo”, narró.

Contó que, en medio de la conversación, le preguntó directamente si él controlaba la seguridad. “Le dije: ‘¿De ti depende la seguridad?’ Y él me respondió que no, que no tenían nada que ver con lo que estaba ocurriendo”, sostuvo.

También reveló que Ortega le planteó que tenía conflictos con el comercio local, concesiones de transporte y el mercado de carnes. “Me pidió que ayudara en esos temas, pero le dije que yo no era vocera de nadie ni podía intervenir en eso”, aseguró.

Afirmó que el encuentro no fue privado: “Había más gente en el restaurante”, ello aunque en el video no se ven otras personas. Al terminar, el líder criminal pagó la cuenta. Ella le respondió que entonces a ella le tocaría “el próximo desayuno”, frase que quedó registrada en el video, y que, según la exalcaldesa, fue malinterpretada como indicio de una relación más cercana.

Sin apoyo del Estado ni de Morena

La exfuncionaria advirtió que usaría
La exfuncionaria advirtió que usaría todos los recursos legales a su disposición para mantener su militancia en el partido. (Especial)

La exalcaldesa explicó que en ningún momento fue informada por el gobierno estatal o federal de estrategias en curso para contener la violencia. Al contrario, señaló que después de los hechos, recibió reclamos por no haber hecho más. “Nos pedían resultados, pero no nos daban información ni coordinación”, declaró.

Después de que el video se filtró en julio de 2023, acudió por iniciativa propia a la Fiscalía General de la República (FGR). “Estuve dos días ahí. Les conté todo. No hubo trato, fue una conversación institucional”, afirmó.

Respecto a su situación partidista, recordó que Morena la expulsó tras la difusión del video, pero que el Tribunal Electoral falló a su favor al no encontrar elementos legales para sancionarla. El partido le restituyó sus derechos y busca reafiliarse una vez más al movimiento izquierdista.

Durante la conversación, Uresti preguntó si el entonces obispo de la diócesis, Salvador Rangel, había tenido algún papel en facilitar el encuentro, sin embargo, la exfuncionaria evitó confirmarlo directamente, pero reconoció que coincidía con quienes promueven la paz. “Siempre estaré del lado de quienes buscan la pacificación sin romper el estado de derecho”, dijo.

Cuando se le preguntó si, en una situación similar, volvería a reunirse con un líder criminal, respondió que no. “No me volvería a reunir. Esta experiencia fue durísima. Pero lo que hicimos fue con la intención de pacificar. Nunca puse en riesgo los recursos del municipio”, afirmó.

Negó haber conocido previamente a Ortega Jiménez o tener vínculos con él. “Si hubiera habido pacto, no hubiera salido el video”, insistió. También descartó haber recibido beneficios o protección o haber puesto en riesgo el dinero del erario público.

Aspiraciones políticas

Alejandro Arco Catalán junto a
Alejandro Arco Catalán junto a Norma Otilia Hernández. (Facebook: Norma Otilia Hernández)

Hernández no descartó competir por la gubernatura de Guerrero en 2027, pero afirmó que por ahora su prioridad es limpiar su imagen pública. Señaló que su administración tuvo avances en transparencia, recaudación y seguridad local.

“Certificamos a todos los policías, subimos 190% la recaudación propia. Nunca antes hubo tanto ingreso del rastro municipal. Quienes vivimos en Guerrero sabemos que la situación es compleja, pero yo hice lo que me tocaba”, afirmó.

Sobre el asesinato del alcalde Alejandro Arcos, ocurrido en marzo de 2024, dijo que mantenía una relación de amistad con él y que teme que ella también pudiera haber sido blanco del ataque. “Hacer política en Guerrero es estar sobre una bomba. Ceder, dialogar o morir. Así es para muchos presidentes municipales”, concluyó.