
Sin duda el microondas es un gran invento que ha facilitado la vida de muchas familias desde su creación debido a la sencillez de su uso, a su inmediatez y su practicidad.
Sin embargo, como todo aparato tecnológico, este puede llegar a tener ciertos contraindicaciones o precauciones que se deben tomar al usarlo para prevenir accidentes o algunos efectos adversos para la salud.
Y es que a pesar de que se considera un aparato seguro nunca se está exento de sufrir algún accidente sobre todo debido al hecho de que su uso implica la manipulación de alimentos a elevadas temperaturas.
Es por ello que es importante tener particular precaución con el manejo de líquidos, tales como la leche o el agua y aquí te contamos la razón.

Por qué no es bueno para la salud calentar el agua o la leche en el microondas
El uso del microondas para calentar agua o leche ha generado debates, pero los riesgos asociados suelen depender de cómo se utilice este electrodoméstico. Algunos puntos importantes a considerar incluyen:
- Supercalentamiento del agua: Calentar agua en un microondas puede provocar que alcance temperaturas muy altas sin que hierva visiblemente (“supercalentamiento”). Esto ocurre porque el calor se distribuye de manera desigual y, al añadir cualquier objeto o al moverla, el agua puede hervir de forma repentina, causando quemaduras.
- Desigualdad en el calentamiento: Los microondas no siempre calientan de manera uniforme. En el caso de la leche, esto puede llevar a puntos de calor excesivo que podrían provocar quemaduras al consumirla, especialmente en preparaciones para bebés.
- Pérdida de nutrientes: Aunque los microondas no destruyen los nutrientes de manera significativa en comparación con otros métodos de cocción, el calentamiento excesivo, particularmente de líquidos como la leche, podría descomponer ciertas proteínas o vitaminas sensibles al calor.
- Uso de recipientes inadecuados: Calentar líquidos en plásticos no aptos para microondas puede liberar sustancias químicas potencialmente dañinas, como bisfenoles o ftalatos, que podrían afectar la salud a largo plazo.
Para minimizar riesgos, es recomendable utilizar recipientes aptos para microondas, calentar a intervalos cortos y remover el líquido para distribuir el calor de manera uniforme.
Como mencionamos antes, si bien el microondas no representa un peligro inherente, utilizarlo de forma adecuada es clave para garantizar la seguridad y calidad de los alimentos.
Recuerda siempre tener particular precaución con los menores, ya pueden ser más propensos a tener accidentes severos.