Crisis penitenciaria en México: hacinamiento y deficiencias en más de la mitad de cárceles del país

Un diagnóstico reciente mostró deficiencias en 88 de 162 centros penitenciarios del país, incluyendo hacinamiento, falta de seguridad e higiene

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Más de la mitad de
Más de la mitad de los penales mexicanos fallan en higiene, seguridad y rehabilitación. (Cuartoscuro)

Más de la mitad de los centros penitenciarios en México enfrentan deficiencias que comprometen su capacidad para cumplir con el objetivo de reintegrar a los internos a la sociedad.

Según un diagnóstico reciente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el 54 % de las cárceles evaluadas no garantizan condiciones adecuadas para la reinserción social, lo que las convierte en espacios propicios para la reproducción de actividades delictivas, denominadas por algunas como “universidades del crimen”.

De acuerdo con el informe, 88 de los 162 reclusorios analizados obtuvieron calificaciones reprobatorias en aspectos como servicios básicos, seguridad, higiene y programas de rehabilitación.

El penal de Puebla, el peor del país

La falta de personal capacitado
La falta de personal capacitado acentúa los problemas en los penales del país. (Cuartoscuro)

Entre los casos más críticos se encuentra el Centro Penitenciario Distrital de Libres, ubicado en el estado de Puebla, que fue señalado como el peor del país. Este reclusorio, diseñado para albergar a 34 hombres, actualmente opera con el doble de su capacidad, lo que agrava problemas como el hacinamiento, la falta de higiene y la insuficiencia de personal capacitado.

El Centro Penitenciario Distrital de Libres , en el municipio homónimo de Puebla, obtuvo una calificación de apenas 3.81 en una escala del 0 al 10, donde 10 representa la excelencia. Este puntaje refleja las múltiples carencias que enfrenta el recinto, desde la sobrepoblación hasta la ausencia de programas efectivos de reinserción social.

Además, las condiciones de salud y alimentación son deficientes y las instalaciones carecen de la higiene mínima necesaria. La falta de seguridad y custodia personal, sumada a la escasa capacitación del personal existente, agrava la situación.

Según el diagnóstico de la CNDH , estas deficiencias no sólo dificultan la operación diaria del penal, sino que también perpetúan un entorno en el que los internos tienen pocas oportunidades de rehabilitación.

El hacinamiento es uno de los problemas más graves que enfrentan los centros penitenciarios en México. Según el diagnóstico de la CNDH , esta situación no sólo afecta la calidad de vida de los internos, sino que también dificulta la implementación de programas de rehabilitación y reinserción. En muchos casos, la sobrepoblación genera un ambiente propicio para la violencia, el autogobierno y la corrupción.

Además, la falta de personal capacitado y la insuficiencia de recursos agravan las condiciones en las que operan estos centros. La ausencia de actividades educativas, laborales y recreativas limitativas las posibilidades de los internos de adquirir habilidades que les permitan reinsertarse en la sociedad una vez que cumplan sus condenas.

El término “universidades del crimen” se utiliza para expresar la percepción de que muchos centros penitenciarios en México, lejos de rehabilitar a los internos, se convierten en espacios donde se perfeccionan habilidades delictivas. Según el informe de la CNDH, la falta de programas efectivos de reinserción social y las condiciones precarias en las cárceles contribuyen a que los internos salgan más preparados para delinquir que para reintegrarse a la sociedad.

Este fenómeno tiene un impacto directo en los índices de reincidencia delictiva, lo que perpetúa un círculo vicioso de criminalidad y sobrepoblación en el sistema penitenciario. La falta de inversión en infraestructura y programas de rehabilitación, así como la corrupción y la impunidad, son factores que agravan esta problemática.

Un modelo opuesto: la Prisión Militar en Jalisco

La Prisión Militar en Jalisco
La Prisión Militar en Jalisco destaca como modelo frente a un sistema penitenciario colapsado. (AP foto/Alex Brandon, archivo)

En contraste con el panorama general, la Prisión Militar adscrita a la V Región Militar, ubicada en Zapopan, Jalisco, se posiciona como el mejor centro penitenciario del país, con una calificación de 9.30.

Este penal castrense, diseñado para albergar a 125 hombres y 16 mujeres, opera actualmente con menos de la mitad de su capacidad, al contar con sólo 40 internos masculinos.

El informe de la CNDH destacó que este centro cuenta con instalaciones limpias, servicios de salud adecuados y programas efectivos para prevenir violaciones a los derechos humanos y actos de violencia.

Además, señaló que no se registran casos de autogobierno, actividades ilícitas, sobornos ni extorsiones dentro del penal. También se ofrecen actividades enfocadas en la reinserción social y atención a grupos vulnerables.