Oro negro: revive cualquier planta con hojas amarillas con este truco de jardinería

El humus de lombriz es una opción económica para fortalecer tus plantas sin productos químicos o artificiales

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Los fertilizantes orgánicos son una
Los fertilizantes orgánicos son una opción más económica y natural para el crecimiento de tu jardín. – (Imagen Ilustrativa Infobae)

El abono es fundamental para el crecimiento de las plantas porque proporciona nutrientes esenciales que enriquecen el suelo y garantizan un desarrollo saludable al aportar elementos clave como el nitrógeno, fósforo y potasio que benefician los procesos vitales en las plantas.

Por ejemplo, el nitrógeno estimula el crecimiento de las hojas, el fósforo favorece el desarrollo de las raíces y flores, y el potasio fortalece la resistencia de las plantas ante enfermedades y cambios climáticos. Sin estos nutrientes, el suelo se empobrece y las plantas pueden crecer de forma lenta o con deficiencias.

Sin embargo, el abono para jardinería puede llegar a tener precios muy elevados y ser poco atractivo para algunas personas, es por ello que existen recetas caseras para preparar tu propio suplemento para plantas, uno de los más populares es el humus de lombriz por ser de origen natural.

Cómo preparar humus de lombriz

El humus de lombriz debe
El humus de lombriz debe alimentarse constantemente en una compostera.

Este fertilizante orgánico natural proviene de la descomposición de materia orgánica a través de la digestión de lombrices, principalmente de la especie Eisenia fetida (lombriz roja californiana). De acuerdo con información del canal de YouTube especializado en jardinería Huerto Adictos puede prepararse de las siguientes formas.

Humus sólido: esta versión del fertilizante es la más sencilla de preparar, primero debes escoger un recipiente mediano puede ser una cubeta, maceta o hielera de unicel, luego llénalo por la mitad de tierra para plantas y añade hojas amarillas o residuos orgánicos que tengas, por último, coloca cuatro lombrices vivas.

Con el paso de las semanas, las lombrices convertirán todo tipo de residuos orgánicos en humus, para esto asegúrate de no llenar por completo el recipiente, pues las lombrices podrían escaparse, tampoco lo tapes, pues el proceso necesita oxígeno constante.

Cuando quieras utilizar el humus, debes separarlo utilizando una pala y colocarlo en otro recipiente, es importante no trasladar lombrices o residuos orgánicos, pues podrías llevarla a tus plantas por error.

Humus líquido: la versión líquida es un poco más complicada de producir, pero a su vez contiene una mayor carga de nutrientes. Para obtenerlo debemos armar una compostera casera utilizando una hielera de unicel con tapa.

Primero corta una botella de plástico a la mitad y conserva la parte superior junto con la tapa, luego haz un orificio al centro de la base de una de las hieleras en el cuál puedas instalar la parte de la botella que se conservó.

Luego añádele cuatro patas a la hielera capaz de soportar su peso de tal forma que la botella tenga un espacio considerable con el suelo.

El siguiente paso es agregar un cuarto del recipiente con tierra fértil, luego llenar hasta la mitad con hojas amarillas o residuos orgánicos y cuatro lombrices. Por su parte debes perforar seis agujeros en la tapa de la hielera para que fluya el oxígeno.

Cada tres días asegúrate de agregar una taza de agua a la hielera, cada semana podrás retirar el humus líquido por la parte de abajo de la compostera para almacenarlo en un frasco o recipiente especial.

El humus líquido es un fertilizante muy fuerte, por lo que debes diluirlo en agua antes de aplicarlo en tus plantas, la cantidad recomendada es 50 ml de la sustancia por cada litro de agua.

Los beneficios del humus de lombriz

La botánica reconoce a este
La botánica reconoce a este fertilizante como uno de los más eficaces.

De acuerdo con un suplemento publicado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) este fertilizante brinda los siguientes beneficios a tus plantas:

  • Aporta nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio.
  • Mejora la estructura del suelo, haciéndolo más poroso y aireado.
  • Incrementa la retención de agua en el suelo, evitando deshidratación en las plantas.
  • Favorece el desarrollo de raíces más fuertes y saludables.
  • Estimula el crecimiento de hojas, flores y frutos.
  • Libera nutrientes de manera gradual, asegurando una absorción eficiente.
  • Fortalece la resistencia de las plantas frente a plagas y enfermedades.
  • Enriquece el suelo con microorganismos benéficos que activan la materia orgánica.
  • Reduce la necesidad de fertilizantes químicos, promoviendo prácticas sostenibles.
  • Regenera suelos degradados de manera natural, mejorando su fertilidad a largo plazo.