
En marzo de 2024, la desaparición de Andrea Otaolaurruchi, modelo, piloto y exintegrante de la temporada 11 del reality Acapulco Shore, dominó la conversación en redes sociales. Su caso atrajo atención nacional luego de que el youtuber Gabriel Montiel solicitara ayuda para localizarla.
Las primeras investigaciones apuntaron a su esposo, Pablo Peña, como posible implicado. El periodista Carlos Jiménez reveló en su programa En Alerta, de Telediario, que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) cateó la casa que compartían Andrea y su pareja. En el lugar encontraron un par de razers, un Porsche, dinero, drogas y un arma. También se detectaron indicios de que alguien salió apresuradamente del inmueble.
“Me aseguran que hay algunas huellas que hacen creer que alguien tomó las cosas de manera intempestiva y escapó de ahí, no se las robó, sino más bien, se llevó lo que necesitaba”, explicó Jiménez. Además, comentó que los investigadores consideraban que el esposo de Andrea fingió su desaparición para encubrir su participación en los hechos: “todo les hacía suponer que este chavo no está desaparecido, sino que más bien él está involucrado”.
Ambos quedaron fuera del radar de las autoridades. La modelo fue reportada oficialmente como desaparecida el 20 de marzo de 2024.
Pablo Peña rompe el silencio
Un año después, Pablo Peña, esposo de Andrea, publicó un video en Instagram donde negó cualquier responsabilidad y aseguró que “fui víctima de una persona a la que le entregué mi vida, a la que le di mi confianza (…) y me pagó de una manera muy desagradable”.
Relató que discutieron el 3 de marzo y él abandonó el domicilio que compartían en el Estado de México. “Al día siguiente que regresé ella ya no estaba en casa, fue la última vez que yo vi a Andrea”. Afirmó haber recibido un mensaje de reconciliación y que, al acudir al encuentro, fue interceptado por miembros del crimen organizado: “Yo fui privado de mi libertad, fui casi desvivido por esta persona”.
Señaló que fue perseguido tanto por la Fiscalía de Tultitlán como por organizaciones criminales, y que “en el momento en que Andrea no estuvo aquí, yo me comuniqué con su mamá, la estuve buscando”.
Pablo afirmó que Andrea se vinculaba con el crimen organizado y trabajaba como escort en Polanco. Según él, “se dedicaba a buscar clientes de alto perfil para ponerlos con el crimen organizado, robarles sus pertenencias y que fueran desvividas estas personas”.
Aseguró que la casa cateada fue liberada al no hallarse pruebas incriminatorias y que Andrea salió del fraccionamiento con maletas. Además, indicó que ella transfirió 160 mil pesos a una tía el mismo día que desapareció.
“Andrea no está desaparecida, creo que ya es momento de que dé la cara”, expresó. También mencionó que excompañeros del reality la han visto en Europa y otros la ubican en un restaurante de Polanco. A pesar de estas versiones, su familia aún la considera desaparecida.
El también estudiante de derecho declaró tener pruebas que involucran a Andrea con amenazas a exintegrantes del programa. “Ella les mandó a alguien de la Unión Tepito para intimidarlos”, aseguró, y advirtió que no emprenderá acciones legales, pero desea recuperar su tranquilidad: “tú sabes cuánto dinero tomaste, cuánto me robaste, creo que lo más justo es que me des mi paz”.
Hasta ahora, ni Andrea Otaolaurruchi ni autoridades han confirmado su paradero.
