
La limonada con menta egipcia, o también conocida como Limonana, destaca por su intensa frescura y su capacidad para combatir el calor. Su nombre proviene de la combinación de los términos árabes y hebreos para limón y menta, reflejando su arraigo en la región.
De acuerdo con el sitio gastronómico Food Dolls, esta bebida es muy apreciada en Egipto, especialmente durante los meses más cálidos, cuando se convierte en una opción predilecta para calmar la sed y revitalizar el cuerpo.
Lo que hace especial a esta preparación es la armonía entre la acidez cítrica y el toque herbal que aporta la menta. Su sabor es equilibrado, con una nota refrescante que se potencia al servirse fría. Además, el aroma vibrante de la hierba infusionada en la mezcla intensifica la sensación de frescura con cada sorbo, haciendo de esta bebida una alternativa revitalizante y deliciosa para el verano.
El mayor atractivo de la limonana es su facilidad de preparación, ya que requiere ingredientes básicos y pocos minutos para estar lista. Puede elaborarse en casa con limones frescos, hojas de menta, azúcar y hielo, lo que permite ajustarla al gusto personal. Su versatilidad y sencillez la convierten en una opción ideal para quienes buscan una bebida natural, ligera y sumamente refrescante sin complicaciones.

Receta de limonada de menta egipcia
Según la receta compartida en el perfil de Instagram @daughtersofgatherings, el secreto para obtener el mejor sabor en esta bebida está en remojar los limones en vinagre antes de usarlos. Este paso ayuda a eliminar impurezas y reducir el amargor de la cáscara, lo que da como resultado una limonada más equilibrada y refrescante.
Ingredientes
- 5-6 limones medianos o grandes (si usas limones pequeños, no agregues demasiados con cáscara para evitar que la bebida se vuelva amarga).
- Jugo de 3-4 limones.
- 3 tazas de leche.
- 1 taza de agua.
- 1 taza de azúcar o ½ taza de lechera para un toque más cremoso (puedes combinar ambos, pero ajusta el dulzor a tu gusto).
- Menta fresca al gusto.
- Cubos de hielo para servir.
Preparación
- Remoja los limones enteros en vinagre durante unos minutos, enjuágalos bien y frótalos para limpiarlos a fondo.
- Corta algunos limones a la mitad y agrégalos con cáscara para dar más cuerpo a la mezcla. Sin embargo, la mayoría deben usarse solo para extraer su jugo y mantener la bebida suave.
- Licúa los limones, el jugo de limón, la leche, el agua (en proporción 3:1), la menta y el endulzante de tu elección. Si decides mezclar azúcar y leche condensada, ajusta la cantidad con cuidado para no exceder la dulzura.
- Cuela la preparación para eliminar restos de pulpa y cáscara, logrando una textura más homogénea.
- Sirve en vasos con cubos de hielo y decora con hojas de menta fresca para resaltar su aroma y presentación.
Nota: si utilizas leche condensada, evita almacenar la bebida por mucho tiempo, ya que tiende a separarse con el paso de las horas.

¿Cuál es la historia de la limonada de menta egipcia?
La limonada de menta egipcia, aunque no tiene un origen documentado con precisión, se relaciona con una larga tradición de bebidas cítricas en Egipto. Según el sitio SemperTea, los limones llegaron a la región alrededor del siglo VII d.C., y desde entonces se usaban para preparar el qatarmizat, una bebida dulce hecha con jugo de limón y azúcar de caña. Esta tradición marcó el inicio del consumo de mezclas refrescantes a base de cítricos en el país.
Por otro lado, la menta es un ingrediente recurrente en diversas preparaciones del Medio Oriente. De acuerdo con Directo al Paladar, esta hierba es común en muchas bebidas refrescantes de la región, lo que sugiere que su combinación con la limonada surgió de manera natural. Aunque no se tiene registro exacto de cuándo se comenzó a mezclar el limón con la menta en Egipto, la popularidad de ambos ingredientes en la gastronomía local indica que la fusión pudo haberse dado de forma espontánea a lo largo del tiempo.
Durante la Edad Media, en Egipto se consumían diversas preparaciones con limón, mientras que la menta se incorporaba en recetas como el kashkab, una bebida fermentada con cebada. La combinación de estos dos elementos se ha consolidado con los años, expandiéndose a distintos países gracias a su frescura y propiedades digestivas, convirtiéndose en una opción apreciada en climas cálidos.