Juan Pablo Diego Alonzo Estrada, activista por la paz y vocero del colectivo Frente Teocaltiche por Nuestra Gente A.C., fue asesinado a tiros el pasado domingo 30 de marzo dentro de su domicilio en el municipio de Teocaltiche, Jalisco, aunque no fue hasta este miércoles 2 de abril que se dio a conocer el hecho.
De acuerdo con la información de diversos medios, el homicidio ocurrió pese a la existencia de un operativo de seguridad estatal a escasos metros del lugar. Previamente, la víctima había solicitado apoyo a la Secretaría de Gobernación (SEGOB) para frenar el control del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la región.
Según informó El Universal, el ataque ocurrió cuando dos hombres armados ingresaron al domicilio de Alonzo Estrada, cerca de la cabecera municipal. De acuerdo con el testimonio de Hilaria Alonzo, su hermana, ella salía del baño cuando observó que dos sujetos de entre 25 y 30 años abrían fuego contra su hermano, quien se encontraba en el patio de la vivienda. Los agresores también le dispararon a ella, hiriéndola en una pierna.
“Mataron a mi hermano Juan Pablo, pidan por él. Yo estoy bien, me dieron un balazo en mi pierna. Todo bien, gracias a Dios”, escribió Hilaria Alonzo en su perfil de Facebook.
Los responsables utilizaron un arma de fuego calibre 9 milímetros y, según el parte forense, Juan Pablo recibió impactos en el pecho, una mejilla y el muslo derecho. Murió en el lugar, mientras que su hermana fue trasladada a un hospital para recibir atención médica. Tras el ataque, los agresores huyeron a bordo de un vehículo con rumbo al municipio de Apulco, Zacatecas, zona donde tiene fuerte presencia el CJNG.
A pesar de que había un filtro policial instalado a solo una cuadra del lugar, los atacantes lograron escapar sin que se realizara ninguna detención. La falta de reacción por parte de las fuerzas de seguridad ha generado indignación entre los habitantes del municipio, que acusan inacción e incluso presunta complicidad de las autoridades locales con el crimen organizado.
Amenazas previas y llamado de auxilio
Juan Pablo Alonzo había viajado el 3 de marzo a la Ciudad de México con integrantes del Frente Teocaltiche por Nuestra Gente para manifestarse frente a la SEGOB y exigir acciones concretas contra la violencia en los municipios de Teocaltiche y Villa Hidalgo, presuntamente dominados por el CJNG. Durante ese viaje, Juan Pablo ingresó a las instalaciones de la dependencia para entregar una solicitud formal de intervención federal.
Tras esa visita, los miembros del colectivo comenzaron a recibir amenazas. Según un comunicado del Frente dado a conocer por el medio antes citado, la organización criminal y elementos de la Policía Estatal de Jalisco habrían lanzado advertencias contra los activistas.
“El crimen organizado ha comenzado a tomar represalias contra los habitantes de esta localidad, principalmente contra los que forman parte del Frente”, expresó la asociación en un comunicado fechado el 2 de abril.
La agrupación también señaló que la SEGOB se comprometió a implementar estrategias de seguridad para la región, sin que hasta el momento se hayan cumplido esos acuerdos.
El Frente Teocaltiche por Nuestra Gente A.C. condenó el asesinato de su vocero y reiteró su exigencia a las autoridades para que intervengan de forma inmediata en la región. “Lamentamos profundamente la pérdida de nuestro compañero y exigimos justicia. No se ha cumplido ninguno de los compromisos firmados por la SEGOB para proteger a los habitantes”, señaló la agrupación.
Una jornada violenta
El asesinato de Juan Pablo Alonzo se suma a una ola de violencia que azota a Teocaltiche desde finales de marzo. En un lapso de 24 horas, entre el 31 de marzo y el 1 de abril, se registraron al menos cinco homicidios en el municipio, según medios locales. Entre las víctimas se encuentra una joven que atendía una papelería en la colonia Nejayote, presuntamente familiar de un policía desaparecido. Fue ejecutada por un grupo armado que irrumpió en el negocio sin robar nada.
Además, se han reportado privaciones ilegales de la libertad, amenazas contra comercios y la imposición de un “toque de queda” informal por parte de grupos delictivos, obligando a los negocios a cerrar a las 16:00 horas. Videos compartidos en redes sociales muestran a sujetos encapuchados intimidando a los pobladores.
La alcaldesa de Teocaltiche, Silvia Margarita Villalobos, solicitó apoyo a los tres niveles de gobierno. “Es hora de que toda la fuerza del gobierno voltee a ver a nuestro municipio. Está siendo violentado y cada día se hunde más ante la impotencia de no ver resultados”, declaró.
Pese al despliegue policial anunciado desde el 19 de marzo en la zona, los operativos no han logrado contener la violencia. La población ha expresado su desconfianza hacia las autoridades.
