El homicidio de Gail Castro, hermano del influencer sinaloense Marcos Eduardo Castro Cárdenas, mejor conocido como Markitos Toys, ocurrido frente al restaurante Villa Marina en Ensenada, ha desatado cuestionamientos sobre el manejo del caso, que supuestamente estuvo lleno de inconsistencias.
El ataque ocurrió alrededor de las 18:00 horas del viernes 28 de marzo. Según reportes, un vehículo compacto color rojo interceptó a Castro a la salida del restaurante y sus ocupantes dispararon en su contra hasta 15 veces. El youtuber murió en el lugar, frente a su esposa, con quien había pasado el día.
¿Cuáles fueron las irregularidades?
En entrevista con el periodista Luis Chaparro, el reportero bajacaliforniano Tashiro Malekium relató diversas inconsistencias en el tratamiento del caso. “Apenas habían pasado 10 minutos del ataque cuando ya se confirmaba públicamente que se trataba de uno de los hermanos Toys”, afirmó.
El comunicador señaló que a los pocos minutos de ocurrido el crimen comenzaron a circular videos en YouTube ya editados en donde se hablaba del crimen, como si el material hubiera estado preparado de antemano.
Señaló que la Fiscalía General del Estado (FGE) de Baja California emitió un comunicado oficial solo 30 minutos después del asesinato, algo inusual en crímenes de alto perfil.
Malekium también reportó que el cuerpo permaneció expuesto en el lugar durante más de dos horas y que no se respetaron los protocolos de acordonamiento. “Había personal de la fiscalía, familiares, y gente no autorizada circulando cerca del cuerpo”, explicó.
Además, las autoridades solo bloquearon el estacionamiento del restaurante, a pesar de que el protocolo establece que deben asegurarse al menos 80 metros perimetrales, incluso fotografías difundidas en redes sociales mostraron a la esposa de Gail, de pie junto al cuerpo.
El vehículo utilizado por los agresores fue localizado a apenas cuatro cuadras del lugar de los hechos, pese a que la zona se encontraba bajo fuerte vigilancia por un aseguramiento de hidrocarburo ilegal realizado antes. Según Malekium, había presencia de elementos de Pemex, Guardia Nacional, Defensa, Policía Municipal y Fiscalía estatal, lo que incrementa las dudas sobre cómo pudo ocurrir el crimen en una zona aparentemente blindada.
Cacería al clan Toys y una transmisión que fue clave
Según explicó Malekium, el asesinato de Gail Castro podría no haber sido un hecho aislado, sino parte de una ofensiva deliberada contra los llamados Toys, señalados en volantes anónimos como colaboradores financieros de Los Chapitos. En esa propaganda, distribuida en enero en Culiacán, aparecían los nombres y rostros de Gail, Kevin, Mayve y Markitos Toys, junto con otros influencers y músicos.
Una de las hipótesis que se manejan es que el ataque fue perpetrado por personas externas al estado de Baja California, que habrían llegado a Ensenada específicamente para ejecutarlo.
“Lo estaban cazando. Hay versiones que indican que ya lo seguían desde la mañana”, dijo Malekium. El periodista señaló que la familia Castro se había mudado a Ensenada meses atrás, buscando mantenerse fuera del radar tras los señalamientos públicos.
La ubicación de Gail podría haberse revelado accidentalmente ese mismo día, cuando su esposa realizó una transmisión en vivo desde un zoológico en Maneadero, donde él aparece con la misma ropa que usaba al momento del crimen. A partir de ese momento, se presume que comenzaron a seguirlo. Horas más tarde, al salir del restaurante Villa Marina, los agresores interceptaron a Gail en el estacionamiento y le dispararon en múltiples ocasiones.
