
La familia de Pamela Gallardo, desaparecida en 2017 en el sur de Ciudad de México, continúa enfrentándose a barreras burocráticas y falta de apoyo gubernamental en su lucha por encontrar respuestas. Según reportó EFE, esta semana se llevó a cabo una nueva jornada de búsqueda en el cerro del Ajusco, donde la madre de Pamela, María del Carmen Volante, lideró los esfuerzos junto a su esposo y sus dos hijos.
Más de siete años después de la desaparición de la joven, el caso sigue sin resolverse, hecho que afecta a la familia y a muchas otras personas, ya que no es un caso aislado.
Pamela Gallardo tenía 23 años cuando desapareció el 5 de noviembre de 2017, tras asistir al festival musical Tech Soul. El lugar donde se realizó la búsqueda más reciente, conocido como Llano de Vidrio, fue identificado por la familia en 2021, a unos 30 minutos del sitio donde se presume que ocurrió la desaparición. Sin embargo, pasaron cuatro años antes de que las autoridades permitieran el rastreo en la zona, un retraso que la familia atribuye a la falta de voluntad política y a la burocracia gubernamental.
Falta de recursos y personal capacitado en las búsquedas

La jornada de búsqueda en el Ajusco evidenció las carencias en los recursos destinados a localizar a personas desaparecidas. Los voluntarios que participaron en la actividad superaban en número a los funcionarios presentes.
La madre de Pamela denunció que sólo cinco policías de investigación acudieron al lugar y que estos carecían de la capacitación necesaria para realizar las labores de rastreo en un terreno montañoso y cubierto de maleza. “No saben ni agarrar la pala, y hay que estarlos reeducando”, afirmó Volante, quien calificó esta situación como una muestra de la indiferencia gubernamental hacia las familias de los desaparecidos.
La falta de equipo especializado y personal entrenado no es un problema exclusivo de este caso. Según el medio, aunque el gobierno actual se encuentra trabajando en diferentes medidas para mejorar está situación, se refleja una crisis más amplia en México, por lo que la familia de Pamela, como muchas otras, ha tenido que asumir la responsabilidad de las búsquedas, enfrentándose a obstáculos legales y logísticos que dificultan su labor.
El caso de Pamela Gallardo

EFE señaló que el caso de Pamela Gallardo adquirió una dimensión política debido a la gestión de Claudia Sheinbaum, quien era jefa de la alcaldía de Tlalpan en 2017, cuando ocurrió la desaparición.
Actualmente, ocupa la presidencia de México y la familia de Pamela la acusa de haber abandonado el caso, lo que consideran una muestra de desatención hacia la crisis de desapariciones en el país.
La madre de Pamela expresó su frustración por la falta de avances en la investigación y por lo que percibe como una actitud de indiferencia por parte de las autoridades. “Han violentado el ser buscada Pamela”, declaró Volante, quien ha dedicado años a exigir justicia y respuestas sobre el paradero de su hija. Este caso, como muchos otros, refleja el dolor y la desesperación de miles de familias mexicanas que enfrentan la desaparición de sus seres queridos.
El caso de Pamela Gallardo no es un hecho aislado, sino parte de una crisis nacional que afecta a miles de familias en México. La falta de recursos, la burocracia y la falta de voluntad política han dificultado los esfuerzos para localizar a las personas desaparecidas y brindar justicia a sus familias. La misma fuente señaló que la situación en el Ajusco es una de muchas que enfrentan las autoridades, que aún no han logrado responder de manera efectiva a esta problemática, y que dejan a las familias en una lucha solitaria.
Con información de EFE