
Un video publicado en redes sociales muestra el momento en que un grupo de Voladores realiza su emblemático ritual en una plaza pública frente a un numeroso grupo de espectadores. Durante el descenso, un individuo del público se acerca a los voladores e intenta saludarlos y darles un “choca esos cinco”, una acción que generó reacciones en redes sociales y entre los propios participantes.
El video, capturado por un espectador, también incluye entrevistas posteriores con algunos de los voladores, quienes manifestaron su desconcierto y molestia por la actitud del hombre. Según relataron, consideran este acto como una falta de respeto hacia su ceremonia, la cual tiene profundas raíces culturales y religiosas. Es bien sabido que la danza representa una tradición ancestral ligada al agradecimiento a la naturaleza y a las deidades, y que cualquier interrupción puede romper la solemnidad del ritual.
"Es un impertinente que no sabe que es un ritual lo que hacemos de nosotros, es una falta de respeto. Puede causar un accidente, nos puede dar un golpe. Uno viene bajando el vuelo y está haciendo un ritual especial, puede pasar un accidente. No hagan esto, hay que respetar", explicaron.
El video provocó debates en redes sociales sobre la falta de conocimiento y sensibilización hacia las tradiciones indígenas, generando mensajes que invitan a preservar y honrar este legado.
La importancia del Ritual de los Voladores

El ritual de los Voladores, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2009, es una de las tradiciones más emblemáticas de México, con profundas raíces culturales y espirituales. Originario de los pueblos totonacas en la región de Totonacapan, Veracruz, este ritual tiene más de 500 años de historia y simboliza la conexión entre el ser humano, la tierra y las deidades.
La ceremonia comienza con la danza alrededor de un poste de aproximadamente 30 metros, en cuya cima se colocan cinco hombres: cuatro “voladores” y un “caporal”. El caporal interpreta música con flauta y tambor, mientras los voladores se lanzan al vacío atados con cuerdas y giran alrededor del poste, descendiendo en 13 revoluciones cada uno, lo que suma 52 vueltas en total, un número con significado sagrado, relacionado con el calendario mesoamericano.
La importancia de este ritual radica no solo en su espectacularidad, sino en su valor como manifestación viva del patrimonio indígena. Representa un acto de gratitud hacia la naturaleza y busca restablecer el equilibrio espiritual. La UNESCO destacó la necesidad de proteger esta tradición, ya que enfrenta desafíos como la urbanización y la pérdida de interés en las comunidades más jóvenes, lo que subraya la urgencia de conservar estas expresiones culturales.