
En el municipio de San Gabriel Chilac, Puebla, se realizó un operativo tras un violento ataque perpetrado en un centro de rehabilitación denominado “Solo por la gracia de Dios”, ubicado en la calle Vicente Guerrero, en la colonia Vista Hermosa.
Dicho acto dejó un saldo de una persona muerta y dos heridas de gravedad. En declaraciones a medios locales, los vecinos fueron quienes alertaron a las autoridades del ataque, ocurrido en las primeras horas del jueves, cuando dos hombres descendieron de sus vehículos, dos motocicletas y un automóvil, y realizaron varios dispararos directos contra las personas presentes en el sitio; los agresores huyeron rápidamente después de la acción.
Posteriormente los servicios médicos llegaron a la escena y ahí los paramédicos confirmaron la muerte de una persona y dos personas lesionadas en estado crítico quienes de inmediato fueron llevados a un hospital de Tehuacán para su atención. Hasta el momento se desconocen las identidades de las víctimas, así como los detalles sobre la relación de estas con el anexo atacado.
Declaraciones extraoficiales apuntan a una venganza como móvil del ataque, ya que en días previos, otro interno habría fallecido por una presunta golpiza dentro de las instalaciones, señalando al encargado del mismo como posible implicado, aunque no hay confirmación oficial.
Elementos de la policía municipal, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano aseguraron la zona y desplegaron un operativo con el objetivo de ubicar a los responsables. Sin embargo, hasta la publicación de esta nota no se han registrado detenciones vinculadas con el lugar en cuyo portal de Facebook se anuncia como un centro de “rehabilitación y reincorporación para personas drogadependientes y alcohólicas”.
Posteriormente, arribaron familiares de los internos para preguntar por los que ahí estaba internados.
Proliferación
Lo ocurrido en tal sitio no es un caso aislado, refieren los lugareños, ya que en los últimos meses San Gabriel Chilac ha vivido un auge de estos espacios de rehabilitación improvisados -atribuible, en parte, a la lejanía del punto respecto a otras comunidades- algunas veces fundados por exadictos y/o líderes religiosos, en los cuales predomina la falta de regulación administrativa y de salud, así como la sobrepoblación, lo que pone en duda la efectividad de los “tratamientos” implementados.
De igual modo organizaciones civiles han alertado sobre el riesgo que representan estos centros que operan sin protocolos, sin supervisión y muchas veces, sin humanidad, basados en modelos anticuados que no toman en cuenta las últimas investigaciones y avances en el tratamiento de adicciones.
