
El 15 de marzo de 2025, la legendaria banda estadounidense Tool regresó a la Ciudad de México después de una ausencia de más de una década. La última vez que se presentaron en tierras mexicanas fue el 19 de marzo de 2014, lo que hizo que este concierto fuera especialmente esperado por sus seguidores. El evento tuvo lugar en la Explanada del Estadio Azteca, un espacio que se adaptó para recibir a miles de fanáticos ansiosos por vivir la experiencia única que ofrece la banda.
La velada comenzó con las actuaciones de Seven Hours After Violet, banda liderada por Shavo Odadjian, bajista de System of a Down, y The Cult, quienes prepararon el ambiente para la llegada de los protagonistas de la noche.

El reencuentro esperado por sus seguidores
A las 9:00 pm en punto, Danny Carey, Adam Jones, Justin Chancellor y Maynard James Keenan subieron al escenario, desatando una ola de emociones entre el público. Coincidentemente, en ese momento, una luna menguante emergió detrás del Estadio Azteca, añadiendo un toque místico al ambiente.
El setlist de la noche incluyó 12 canciones que abarcaron diferentes etapas de la carrera de Tool, ofreciendo a los asistentes un recorrido por su evolución musical. Temas como “Schism” y “Invincible” resonaron con fuerza, llevando a muchos a estados de trance, furia y nostalgia. La conexión entre la banda y el público fue palpable, con momentos en los que los asistentes coreaban el nombre de Maynard James Keenan, quien, fiel a su estilo enigmático, respondió de manera ambigua, dejando espacio para diversas interpretaciones.

Un sonido impecable en un escenario inusual
La elección de la Explanada del Estadio Azteca como sede del concierto generó ciertas dudas entre los seguidores, especialmente en cuanto a la acústica y la visibilidad. Sin embargo, esas preocupaciones se disiparon rápidamente una vez que la música comenzó. La calidad del sonido fue impecable, permitiendo que cada nota y cada matiz de la compleja música de Tool llegara con claridad a los presentes. La producción visual también estuvo a la altura, complementando la experiencia sensorial que caracteriza a las presentaciones en vivo de la banda.
El regreso de Tool a la Ciudad de México no solo fue un concierto, sino una experiencia que quedará grabada en la memoria colectiva de quienes asistieron. La combinación de una ejecución musical impecable, una producción visual impactante y la pasión desbordante de los fans creó una atmósfera única. Este evento reafirmó la posición de Tool como una de las bandas más influyentes y respetadas en la escena del rock progresivo y metal alternativo, y dejó claro que la conexión entre la banda y sus seguidores mexicanos es más fuerte que nunca.

La presentación de Tool en la Explanada del Estadio Azteca fue un testimonio del poder de la música para unir a las personas y evocar emociones profundas. Después de más de una década de espera, los fans mexicanos pudieron reencontrarse con una banda que ha sido parte fundamental de la banda sonora de sus vidas, en una noche que, sin duda, será recordada por muchos años.