
El envejecimiento deja huellas visibles en la piel, arrugas, pérdida de elasticidad y flacidez. Con el paso del tiempo, la producción de colágeno disminuye, lo que provoca que la piel se vuelva más seca y menos firme. Según Mayo Clinic, esta proteína es clave para mantener la estructura y elasticidad de la piel, ya que actúa como un soporte natural que la mantiene joven y saludable.
Pero, ¿y si hubiera una forma natural de estimular la producción de colágeno y combatir los signos del envejecimiento? Las mujeres asiáticas han confiado durante siglos en un ingrediente secreto que no sólo protege la piel, sino que también tiene efectos similares al retinol y al ácido hialurónico. Este tesoro de la cosmética natural se convirtió en un pilar de sus rituales de belleza y ahora está ganando popularidad en todo el mundo.
El secreto es el ginseng, una raíz milenaria originaria de Asia y Norteamérica, apreciada por sus múltiples beneficios para la salud. En la medicina tradicional coreana, conocido como “Insam”, se utiliza como un tónico revitalizante para fortalecer el organismo y mejorar el bienestar general. Además de sus propiedades energizantes, este poderoso ingrediente es un aliado natural para la piel, ayudando a reafirmarla, reducir las arrugas y devolverle su luminosidad.

El elixir natural para una piel firme y joven
Según el doctor Vicente Mera, jefe de Medicina Interna y Antienvejecimiento en SHA España, “el ginseng (coreano) se utiliza en diversos productos cosméticos como cremas, sérums y mascarillas, y también en forma de té y como suplementos orales con efectos muy positivos sobre la salud cutánea”, reveló en entrevista para la revista Telva.
Un estudio realizado en la Universidad de Gachon, Corea del Sur, por el Laboratorio de Investigación de Diferenciación Celular, exploró los efectos del ginseng solar (SG) en la síntesis de colágeno y la proliferación de fibroblastos dérmicos, células clave para la firmeza y elasticidad de la piel.
De acuerdo con esta investigación publicada en 2012, el envejecimiento cutáneo ocurre a través de dos procesos, el intrínseco, relacionado con el paso del tiempo, y el extrínseco, también conocido como fotoenvejecimiento, causado por factores ambientales como la radiación UV.
En ambos casos, la dermis, capa profunda de la piel que sostiene vasos sanguíneos, nervios y otras estructuras, sufre alteraciones notables. “Los principales componentes extracelulares de la dermis son la sustancia fundamental, las fibras de colágeno y las elastinas, todos ellos importantes para el mantenimiento de las funciones fisiológicas de la piel”, explica el estudio liderado por el académico Kyu Choon Song.
Para analizar el impacto del ginseng en la regeneración celular, los investigadores expusieron fibroblastos dérmicos a diferentes concentraciones de sus extractos y evaluaron su proliferación. Los resultados fueron prometedores, se confirmó que los extractos totales y los ginsenósidos purificados pueden proteger los queratinocitos y fibroblastos humanos del daño causado por la radiación UV. Además, el ginseng rojo coreano demostró efectos antioxidantes y antiinflamatorios, lo que refuerza su papel como un potente aliado contra el envejecimiento cutáneo.
Este estudio respalda el uso del ginseng como un ingrediente clave en la cosmética antiedad, destacando su capacidad para estimular la producción de colágeno, mejorar la elasticidad de la piel y combatir los efectos del fotoenvejecimiento de manera natural

El aliado contra el envejecimiento
El ginseng es un ingrediente clave en la cosmética debido a sus múltiples propiedades beneficiosas para la salud de la piel. Según el doctor Vicente Mera, estas son algunas e las propiedades más importantes del poderoso remedio natural.
- Propiedades antioxidantes: contiene ginsenósidos, compuestos activos que luchan contra los radicales libres, los cuales son responsables del estrés oxidativo y el envejecimiento celular. Al neutralizar estos agentes dañinos, el ginseng ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel, protegiéndola de los efectos negativos de factores ambientales como la polución y la exposición al sol.
- Estimula la producción de colágeno: el colágeno es esencial para mantener la elasticidad y firmeza de la piel. Con el paso del tiempo, la producción de colágeno disminuye, lo que favorece la aparición de arrugas y líneas finas. El ginseng actúa como un estimulante natural de esta proteína, lo que contribuye a reducir la visibilidad de las arrugas y a mantener una piel más tersa y firme.
- Mejora la circulación: una circulación adecuada es clave para una piel sana. El ginseng favorece el flujo sanguíneo, lo que mejora la oxigenación y nutrición de las células cutáneas. Esto, a su vez, promueve un aspecto más radiante y saludable, al proporcionar a la piel los nutrientes esenciales que necesita para mantenerse fresca y juvenil.
- Aumenta la hidratación y regeneración cutánea: ayuda a mejorar la retención de humedad en la piel, lo que previene la sequedad y mejora la hidratación general. Además, acelera la regeneración celular, ayudando a la piel a repararse más rápido y a mantenerse suave, luminosa y de aspecto rejuvenecido.
- Protege contra los rayos ultravioleta: tiene propiedades protectoras que ayudan a minimizar el daño ocasionado por la radiación solar, reduciendo el riesgo de manchas, arrugas y pérdida de elasticidad.
- Reduce la inflamación: puede ayudar a calmar la irritación y reducir el enrojecimiento de la piel, lo que contribuye a un tono más uniforme y saludable. Esto es especialmente útil para quienes sufren de piel sensible o propensa a brotes inflamatorios.