
La gastronomía mexicana es una de las más ricas y variadas del mundo, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Su diversidad se basa en ingredientes autóctonos como maíz, chile, frijol, cacao y tomate, combinados con influencias culturales prehispánicas y europeas.
Entre sus platos más representativos destacan los tacos, tamales, mole, pozole, cochinita pibil y enchiladas. El maíz juega un papel fundamental, siendo la base de tortillas, sopes y tlacoyos, indispensables en la dieta mexicana. Además, la amplia variedad de chiles, ya sean frescos o secos, otorga los sabores únicos y característicos de su cocina.
La gastronomía regional también ofrece platillos icónicos, como el cabrito del norte, los mariscos de la costa y el mezcal y mole de Oaxaca. Esta cocina no solo destaca por su sabor, sino también por su historia, tradición y la expresión cultural que representa en cada bocado.
Por supuesto, la cocina mexicana es valorada en todo el mundo y a menudo sus platillos considerados como lo mejor de la gastronomía; sin embargo, algunas preparaciones no gustan tanto.
Torta de tamal, la peor comida mexicana de la capital del país

Taste Atlas, enciclopedia culinaria que a menudo le da más de 4 estrellas a los platillos mexicanos, considera que la torta de tamal, ese antojito típico de la Ciudad de México, es de lo peor que tiene el país para ofrecer a nivel gastronómico.
Mientras muchos otras preparaciones nacionales alcanzan calificaciones que rozan la perfección, Taste Atlas le da a la la torta de tamal apenas 3.6 estrellas de 5.
Además, Taste Atlas describe así al antojito chilango: “La torta de tamal o guajolota es una popular comida callejera mexicana que se suele consumir para desayunar. Consiste en un bolillo suave (o pan telera) relleno de un tamal”.
Además, añaden una pequeña historia sobre su origen:

“Según el historiador, economista y escritor gastronómico José N. Iturriaga, la torta de tamal se inventó en la ciudad de Puebla en algún momento del siglo XIX. Esta versión inicial era diferente a la que conocemos hoy, pues consistía en tortilla, enchilada roja (chiles rojos secos), carne molida de cerdo y pan pambazo. Con el tiempo, el platillo experimentó muchos cambios, sobre todo al llegar a la Ciudad de México, donde hoy lo consideran propio”.
Aunque al parecer a los expertos internacionales no les gusta nada la torta de tamal (o muy poco), es uno de los antojitos callejeros preferidos de los chilangos.