
Existe una proteína esencial que ayuda a estructurar y dar elasticidad en la piel, los huesos y las articulaciones, es el colágeno, que disminuye con el tiempo. No es necesario recurrir a suplementos costosos porque la solución podría estar tan cerca como en tu propia cocina.
Con sólo dos ingredientes es posible preparar un colágeno casero que ayudará a mantener la movilidad y a fortalecer el tejido conjuntivo.
Dos ingredientes, un gran beneficio
La combinación de huevo y limón además de ser sencilla, también proporciona un impulso natural a la producción de colágeno. La cáscara de huevo, rica en membranas llenas de colágeno, se complementa con la acidez del limón, que ayuda en su extracción y mejora la absorción en el organismo.

Paso a paso: cómo hacer este colágeno casero
- Seleccionar los ingredientes: Se necesita la cáscara de dos huevos orgánicos y el jugo de un limón.
- Lavar y secar bien las cáscaras: Es fundamental eliminar cualquier residuo para garantizar la pureza del colágeno.
- Triturar las cáscaras: Una vez secas, se muelen hasta obtener un polvo fino.
- Mezclar con el limón: En un recipiente, se vierte el polvo de cáscara de huevo y se agrega el jugo de limón. Se deja reposar por 12 horas para permitir que los compuestos se liberen.
- Consumir con moderación: Se puede tomar una cucharadita al día, diluida en agua o jugo natural.

Beneficios de este colágeno natural
- Fortalece las articulaciones: Ayuda a regenerar el cartílago y reduce molestias causadas por el desgaste.
- Mejora la elasticidad de la piel: Al favorecer la síntesis de colágeno, mantiene la piel firme y saludable.
- Favorece la salud ósea: El calcio presente en la cáscara de huevo contribuye a la densidad ósea.
- Promueve el crecimiento del cabello y las uñas: Refuerza la estructura queratínica, evitando la fragilidad.

Tip extra para potenciar su efectividad
Para mejores resultados, este colágeno casero se puede combinar con una dieta rica en vitamina C, presente en alimentos como naranja, kiwi y pimiento rojo. La hidratación también juega un papel crucial, pues el agua favorece la absorción de los nutrientes.
