Esta es la cochinita pibil de Yucatán considerada como de las más ricas del mundo, según Taste Atlas

Aquí se prueba la mejor preparación de todo el estado

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La cochinita pibil, de lo
La cochinita pibil, de lo mejor de la gastronomía nacional - (Imagen Ilustrativa Infobae)

La gastronomía mexicana es una de las más ricas y diversas del mundo, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Combina ingredientes prehispánicos como maíz, frijol, chile y cacao con influencias españolas.

Platillos emblemáticos como el mole, los tamales, los tacos y el pozole reflejan su profundo arraigo cultural. Las salsas, el uso del comal y técnicas como la nixtamalización destacan en su cocina. Además, bebidas como el tequila, mezcal y el tradicional atole acompañan esta herencia culinaria. Sus sabores únicos, colores y tradiciones son un reflejo de la identidad y diversidad de México.

En Yucatán, el platillo estrella es, por supuesto, la cochinita pibil. Te contamos cuál es la mejor de todo el estado y, por lo tanto, de las mejores del mundo.

La mejor cochinita pibil tradicional de Yucatán

La Chaya Maya, donde puedes
La Chaya Maya, donde puedes probar la mejor cochinita - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Taste Atlas, enciclopedia gastronómica que se especializa en la cocina de todo el mundo, recomienda este lugar de Yucatán para comer cochinita pibil. Se trata del restaurante La Chaya Maya, ubicado en el centro de Mérida.

En este lugar se sirve una cochinita única en el mundo, que no es difícil de probar pues el restaurante abre desde las 7 de la mañana y cierra a las 11 de la noche, todos los días.

Esta es la dirección exacta de La Chaya Maya, por si quieres darte una vuelta: C. 57 x 62, Parque Santa Lucia, Centro, 97000 Mérida, Yuc.

La historia de la cochinita pibil

Cochinita pibil (Taste Atlas)
Cochinita pibil (Taste Atlas)

La cochinita pibil es uno de los platillos más emblemáticos de la gastronomía yucateca, con raíces que se remontan a la cultura maya. Su nombre deriva del término maya pib, que significa “horno enterrado”, ya que originalmente se cocinaba bajo tierra, envuelta en hojas de plátano. Este método tradicional permitía que la carne quedara tierna y absorbiera los sabores de los condimentos.

El platillo utiliza carne de cerdo adobada con achiote, una pasta derivada de las semillas del árbol de annatto, mezclada con jugo de naranja agria. Este condimento no solo aporta un distintivo sabor ácido y especiado, sino también el característico color rojizo de la preparación. En su variante más tradicional, la cocción lenta en el horno subterráneo intensifica los sabores y aromas.

Con la llegada de los españoles, el cerdo se incorporó a la dieta de la región, transformando antiguos platillos de base vegetal y de carnes como venado o faisán. La cochinita pibil es un ejemplo de esta fusión cultural, donde ingredientes y métodos prehispánicos se integraron con elementos europeos.

En la actualidad, se acompaña con tortillas de maíz, cebolla morada encurtida y salsa de chile habanero, manteniéndose como un símbolo de la rica herencia gastronómica de Yucatán.