
El mamey, una de las frutas más apreciadas por su combinación única de sabor dulce y textura cremosa. Destaca por su atractivo culinario y por los múltiples beneficios que aporta a la salud, lo que lo convierte en un alimento de gran valor tanto en la gastronomía como en la nutrición.
Cuenta con un alto contenido de nutrientes esenciales, el mamey es reconocido por su capacidad para favorecer una piel saludable, prevenir la anemia y promover la salud cardiovascular.
El delicioso fruto mexicano es rico en vitamina A, un nutriente clave que apoya la regeneración celular y ayuda a mantener la piel suave y libre de resequedad. Esta vitamina, presente en forma de betacarotenos, actúa como antioxidante, combatiendo los radicales libres que aceleran el envejecimiento cutáneo.
Además, esta fruta contiene vitamina E, otro antioxidante potente que protege la piel frente a los daños ocasionados por los rayos ultravioleta y fomenta una hidratación adecuada.
El consumo regular de mamey proporciona estos nutrientes esenciales que favorecen una piel luminosa y saludable, apoyando la cicatrización de heridas y reduciendo los signos de inflamación cutánea.

El mamey es una buena fuente de hierro no hemo, el tipo que se encuentra en alimentos de origen vegetal, que contribuye directamente a prevenir y combatir la anemia ferropénica. Este trastorno ocurre cuando los niveles de hierro en el organismo son bajos, lo que genera una disminución en la producción de glóbulos rojos y provoca síntomas como fatiga, debilidad y dificultad para concentrarse.
Además, el mamey contiene vitamina C, un nutriente que mejora la absorción del hierro de origen vegetal en el organismo. La combinación de estos dos elementos dentro de una dieta equilibrada convierte al mamey en una herramienta muy útil para las personas que buscan aumentar sus niveles de hierro de forma natural, especialmente quienes siguen dietas basadas en plantas.
Esta fruta tropical también tiene propiedades que promueven la salud cardiovascular. Contiene potasio, un mineral esencial para regular la presión arterial, ya que ayuda a equilibrar los niveles de sodio en el cuerpo. Un consumo adecuado de potasio contribuye a mantener un corazón sano y a reducir el riesgo de hipertensión, accidente cerebrovascular e infarto.

Por otro lado, el mamey es bajo en grasas saturadas y rico en fibras dietéticas, lo que apoya la reducción de los niveles de colesterol LDL o “malo” en la sangre. Estos beneficios, combinados con su aporte de antioxidantes, hacen del mamey un aliado ideal para cuidar el sistema cardiovascular.
Cómo aprovechar al máximo los nutrientes del mamey
Para disfrutar del mamey y aprovechar sus beneficios se recomienda consumirlo fresco, comiendo directamente su pulpa, que es dulce. Otra opción es prepararlo en batidos o licuados, mezclándolo con leche de vaca o alternativas vegetales como almendra o soya; a estos se les puede agregar ingredientes como avena, miel o plátano para enriquecer su aporte nutricional.
También es posible incluirlo en postres saludables, como yogur natural con trozos de mamey o en recetas de helados caseros. Preparar jugos combinados de mamey con naranjas o limones también es adecuado, ya que la vitamina C de estos cítricos favorece la absorción del hierro.
Es importante destacar que el consumo de mamey debe formar parte de una dieta equilibrada y, en caso de anemia, se recomienda acudir a un profesional médico para garantizar una correcta ingesta de nutrientes esenciales, incluyendo el hierro.