El comediante Brincos Dieras compartió recientemente una experiencia personal durante una entrevista en el podcast de Latin Lover. El humorista confesó que, tras someterse a una liposucción en diciembre pasado, ha enfrentado complicaciones de salud que lo han obligado a acudir al médico de manera constante.
Según relató Brincos Dieras, el procedimiento no salió como esperaba debido a una falta de cuidados posteriores, lo que derivó en la formación de un seroma, una acumulación de sangre en el área intervenida.
De acuerdo con lo expresado en el programa conducido por Latin Lover, el comediante explicó que decidió someterse a la cirugía estética para eliminar grasa abdominal, pero los resultados no fueron los deseados:
“Me quité la panza, me hice una lipo ahora en diciembre”, comentó, añadiendo que no siguió las recomendaciones médicas necesarias tras la operación. “Me fue mal porque no me cuidé”, admitió durante la charla.
Esta complicación lo ha llevado a someterse a procedimientos médicos semanales para drenar el líquido acumulado. “Me siguen sacando un líquido con sangre”, explicó, añadiendo que, desde que se realizó la liposucción, los médicos le han extraído alrededor de 40 jeringas de líquido, con un promedio de cuatro o cinco por semana.
El comediante también mostró a Latin Lover su abdomen, señalando una protuberancia que describió como “pura sangre”. A pesar de las dificultades, reconoció que el procedimiento tuvo un impacto visible en su apariencia, aunque no de la manera que esperaba. “Sí se nota la diferencia, es que me miraba muy gordo en los vídeos”, comentó, refiriéndose a su motivación inicial para someterse a la cirugía.
¿Qué es un seroma?
Un seroma es una acumulación de líquido, conocido como exudado, que se forma en los tejidos después de una lesión, cirugía o traumatismo. Este líquido, compuesto principalmente de plasma sanguíneo transparente, se acumula en el espacio donde se removió tejido o se produjo daño, formando una hinchazón o bulto blando debajo de la piel.
Los seromas a menudo ocurren después de cirugías mayormente invasivas, como mastectomías, procedimientos abdominales o liposucciones. Aunque generalmente son inofensivos, pueden causar molestias, inflamación o dolor si crecen demasiado. En la mayoría de los casos, se reabsorben espontáneamente con el tiempo, pero algunos pueden requerir drenaje médico para evitar infecciones u otras complicaciones.
Se recomienda mantener el área limpia, usar compresión adecuada en los casos indicados y consultar al médico ante signos de enrojecimiento, calor o dolor intenso, que podrían indicar el desarrollo de un proceso infeccioso.
