Guillermo del Bosque, mejor conocido como Memo del Bosque, es un famoso productor de televisa que ha preocupado a personas del espectaculo y al público en general debido a un video publicado por su esposa donde se observa internado en un hospital, visiblemente afectado en su salud.
Las alarmas se encendieron ante este hecho debido a que el productor fue diagnosticado con linfoma de Hodgkin desde el 2017 y aunque en 2020 había asegurado que se encontraba en remisión de la enfermedad, podría ser el caso de que esta haya regresado.
En el video que fue publicado por Vica Andrade, esposa del productor se lee el mensaje “No hay nada imposible para un Dios que nos ama, nos ve y nos escucha”, lo que hizo pensar al público que Memo podría haber recaído. En este sentido, el periodista Álex Kaffie, quien es cercano al productor, señaló haberse comunicado con él y que fue el mismo Memo quien le dijo encontrarse en Texas.
“Batallo para escribir y casi no uso el teléfono, estoy acá por Texas. Estoy en Texas haciéndome unos estudios, en un hospital y por eso he estado más incomunicado”, habrían sido las palabras del productor.
Qué es el linfoma de Hodgkin
El linfoma de Hodgkin, la enfermedad que padece Memo del Bosque, es un tipo de cáncer que afecta el sistema linfático y que forma parte del sistema inmunitario del cuerpo. Se desarrolla cuando ciertas células del sistema linfático, conocidas como linfocitos, crecen de manera descontrolada y forman tumores en los ganglios linfáticos u otras partes del cuerpo.
Una característica distintiva de este linfoma es la presencia de unas células anormales llamadas células de Reed-Sternberg, que se identifican a través de biopsias y son clave para el diagnóstico. Existen diferentes subtipos de linfoma de Hodgkin, siendo los más comunes el linfoma de Hodgkin clásico y el linfoma nodular con predominio linfocítico.
Algunos de los sintomas más comunes de este padecimiento, y que pueden alertar sobre su presencia, son los siguientes:
- Inflamación indolora de los ganglios linfáticos (en el cuello, axilas o ingles).
- Fiebre sin causa aparente.
- Sudores nocturnos intensos.
- Pérdida de peso involuntaria.
- Cansancio o fatiga persistente.
- Picazón en la piel.
- Tos, dificultad para respirar o dolor en el pecho si los ganglios inflamados están en el área del tórax.
Aunque la causa exacta no está clara, factores como antecedentes familiares de linfoma, infecciones por virus como el Epstein-Barr (relacionado con la mononucleosis) y sistemas inmunitarios debilitados pueden aumentar el riesgo.
El tratamiento del linfoma de Hodgkin depende del estadio de la enfermedad y puede incluir quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia o en casos avanzados, un trasplante de médula ósea.
Cuál es la esperanza de vida de una persona diagnosticada con linfoma de Hodgkin
La esperanza de vida de una persona con linfoma de Hodgkin ha mejorado significativamente en las últimas décadas gracias a los avances en los tratamientos médicos. Factores como el estadio del cáncer en el momento del diagnóstico, la edad del paciente, el estado de salud general y la respuesta al tratamiento influyen en el pronóstico.
Según datos de investigaciones y organizaciones especializadas, la tasa de supervivencia global a 5 años para las personas con linfoma de Hodgkin puede superar el 85%-90%. En casos donde el cáncer se diagnostica en etapas iniciales (estadios I y II), la tasa de supervivencia a 5 años puede llegar a más del 92%. Cuando el linfoma se encuentra en etapas más avanzadas (estadios III y IV), las tasas pueden ser menores, pero siguen siendo elevadas, alrededor del 73%-80%.
Sin embargo, los pacientes que han superado el linfoma de Hodgkin enfrentan un panorama complejo en términos de salud a largo plazo. Según informó un análisis reciente, estas personas presentan un riesgo significativamente mayor de desarrollar otros tipos de cáncer y de experimentar complicaciones relacionadas con el sistema inmunitario.
El linfoma de Hodgkin es la principal causa de muerte durante los primeros 15 años posteriores al tratamiento debido a que en este período, la recaída o progresión de la enfermedad representa el factor más determinante en los fallecimientos.
Después de este lapso, las causas de mortalidad cambian drásticamente, destacándose las segundas neoplasias, las enfermedades cardíacas, las infecciones y las complicaciones derivadas de los tratamientos como los principales motivos de muerte.
Como se mencionó antes, los tratamientos comunes incluyen quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia y, en algunos casos, trasplantes de médula ósea. La prontitud del diagnóstico y el seguimiento adecuado de las terapias pueden marcar una gran diferencia en la evolución de la enfermedad.
Es importante tener en cuenta que cada caso es único, y los resultados pueden variar dependiendo de factores individuales. La consulta con un oncólogo puede proporcionar una evaluación más precisa del pronóstico en cada situación particular.
