La Generación Z, enfrentada a un panorama laboral marcado por el agotamiento de los gerentes intermedios, salarios que no se ajustan a la inflación y la incertidumbre económica, está optando por caminos profesionales que prioricen la autonomía y la flexibilidad.
Según un informe de la empresa de contratación Robert Walters, más de la mitad de los trabajadores jóvenes de esta generación no aspiran a ocupar roles de gerencia intermedia, una posición que consideran de alto estrés y baja recompensa.
De acuerdo con la encuesta realizada por Robert Walters a 2 mil empleados administrativos, de los cuales 800 pertenecen a la Generación Z, el 52% de estos jóvenes trabajadores prefiere evitar los puestos de gerencia intermedia.
Este rechazo se fundamenta en la percepción de que estos roles son agotadores y carecen de preparación adecuada para enfrentar los desafíos del entorno laboral actual. En lugar de seguir el camino tradicional hacia la gerencia, el 72% de los encuestados expresó su preferencia por desarrollar una “vía individual para progresar”, priorizando su independencia profesional.
El auge del trabajo autónomo como alternativa
El desinterés de la Generación Z por los roles de gerencia intermedia ha impulsado un cambio significativo hacia el trabajo autónomo. Según una encuesta global realizada por la plataforma de empleo Fiverr, el 70% de los jóvenes de esta generación ya trabaja como autónomo o planea hacerlo en el futuro cercano.
Este fenómeno responde, en gran medida, a la crisis del costo de vida, donde los salarios no logran mantenerse al ritmo de la inflación, y al temor de enfrentar despidos relacionados con la automatización y la inteligencia artificial.
La flexibilidad y la autonomía que ofrece el trabajo independiente son factores clave que atraen a los jóvenes trabajadores. Además, la falta de estabilidad financiera y profesional en el mundo corporativo tradicional ha llevado a muchos a buscar alternativas que les permitan tener mayor control sobre sus horarios y sus ingresos.
Según Fiverr, esta tendencia refleja un cambio en las prioridades laborales de la Generación Z, que valora más la calidad de vida y la salud mental que los beneficios tradicionales asociados a los empleos corporativos.
El agotamiento de los gerentes intermedios ha sido un factor determinante en la percepción negativa de estos roles por parte de la Generación Z. Según Robert Walters, los jóvenes trabajadores han observado cómo estos puestos, que tradicionalmente se consideraban un paso necesario en la escalera corporativa, se han convertido en sinónimo de estrés y sobrecarga laboral.
La falta de preparación adecuada para enfrentar las demandas del entorno laboral actual ha exacerbado esta situación, contribuyendo a que los jóvenes rechacen la idea de seguir este camino.
Además, los despidos masivos en diversas industrias y la creciente automatización han generado un clima de incertidumbre que afecta tanto a los gerentes intermedios como a los empleados en general. Este contexto ha llevado a la Generación Z a replantearse sus objetivos profesionales, optando por alternativas que les permitan evitar los riesgos asociados a los roles tradicionales de liderazgo.
Un cambio generacional en las aspiraciones laborales
El rechazo de la Generación Z hacia los roles de gerencia intermedia y su inclinación por el trabajo autónomo representan un cambio generacional significativo en las aspiraciones laborales. Mientras que generaciones anteriores veían en estos puestos una oportunidad para avanzar en sus carreras, los jóvenes de hoy priorizan su bienestar personal y su independencia profesional.
Este cambio refleja una transformación en los valores y prioridades de la fuerza laboral, impulsada por las condiciones económicas y sociales actuales. Según Robert Walters, este fenómeno podría tener implicaciones importantes para las empresas, que deberán adaptarse a las nuevas expectativas de los trabajadores jóvenes si desean atraer y retener talento.
La flexibilidad, la autonomía y el apoyo a la salud mental se han convertido en factores clave para la Generación Z, que busca construir carreras que se alineen con sus valores y necesidades personales.
Al redefinir el concepto de éxito profesional, alejándose de los roles tradicionales de liderazgo y explorando nuevas formas de trabajar que prioricen la independencia y el bienestar, este cambio no sólo refleja las preocupaciones y aspiraciones de los jóvenes trabajadores, sino que también plantea desafíos y oportunidades para las empresas que buscan adaptarse a un panorama laboral en constante evolución.
Según los datos de Robert Walters y Fiverr, el futuro del trabajo estará marcado por la búsqueda de flexibilidad, autonomía y un enfoque renovado en la calidad de vida.
