El libro “Tlapitzalli. La forma del sonido” es una obra que reúne los resultados de investigaciones multidisciplinarias sobre los instrumentos sonoros de las culturas mesoamericanas, tales como flautas, ocarinas, güiros, los cuales existían antes de la llegada de los conquistadores europeos.
Frida Montes de Oca Fiol, restauradora y coautora del libro, explicó que el término “música” no es del todo adecuado para describir las expresiones sonoras de las culturas mesoamericanas. Según la especialista, es más preciso hablar de “sonoridad”, ya que los sonidos formaban parte integral de la vida cotidiana y los rituales religiosos.
Montes de Oca señaló que las ceremonias y los pedimentos a los dioses estaban acompañados de sonidos específicos, lo que permite afirmar que las sociedades prehispánicas eran auténticas culturas musicales.
La restauradora también destacó la continuidad histórica en el uso de ciertos instrumentos. Por ejemplo, los cascabeles, que han sido encontrados en contextos arqueológicos domésticos, aún se utilizan en comunidades indígenas contemporáneas para calmar a las mujeres durante el parto.

El libro fue presentado este domingo 2 de marzo de 2025 durante la clausura de la 46 Feria Internacional del Palacio de Minería, detalló el Instituto Nacional de Antropolgía e Historia (INAH).
La publicación, que consta de 160 páginas, incluye nueve ensayos y 140 imágenes que documentan el desarrollo tecnológico y cultural de los pueblos prehispánicos a través de sus instrumentos sonoros.
Además, incorpora códigos QR que permiten a los lectores escuchar los sonidos recuperados de flautas, ocarinas, güiros y otros objetos arqueológicos.
Según detalló el editor Carlos Méndez Domínguez, adscrito a la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones (CNMyE) del INAH, esta obra no solo busca difundir el conocimiento sobre estos artefactos, sino también devolverles la “voz” que permaneció silenciada durante al menos 500 años.
Qué tipo de sonidos podemos conocer con el libro
El libro “Tlapitzalli. La forma del sonido” incluye un catálogo de objetos que reflejan la creatividad y la habilidad técnica de los pueblos mesoamericanos.
Entre las piezas más destacadas se encuentran una flauta con representación hombre-animal del periodo Posclásico (900-1521 d.C.), un silbato zoomorfo en forma de mono araña con su cría, elaborado en arcilla, y una figurilla del dios del viento, Ehécatl, perteneciente a la cultura mexica del Posclásico Tardío (1325-1521 d.C.). También se incluye una sonaja con forma de mujer embarazada, datada entre los años 400 a.C. y 200 d.C.

Estos objetos no solo son testimonio de la destreza artística de sus creadores, sino que también ofrecen pistas sobre las prácticas culturales y los contextos en los que se utilizaban.
Según el INAH, la coedición del libro, realizada en colaboración con la Secretaría de Cultura y Turismo del Estado de México y la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), busca abrir nuevas líneas de investigación sobre el patrimonio sonoro de México.
El interés por las expresiones sonoras prehispánicas no se ha limitado al ámbito nacional. En julio de 2024, se inauguró en el Museo de las Scuderie del Quirinale, en Roma, Italia, una segunda exposición titulada “Tlapitzalli. Ritos y sonidos del México antiguo”.
La presentación de esta exposición en Roma subraya la importancia de preservar y difundir el legado sonoro de México, no solo como un elemento de su historia, sino también como una fuente de inspiración para nuevas investigaciones y proyectos culturales.