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En el año 2028, el mundo mirará hacia el cielo en anticipación del lanzamiento de Dragonfly, un innovador helicóptero diseñado para explorar la química de Titán, la mayor luna de Saturno. Entre los talentosos 167 ingenieros que forman parte de este ambicioso proyecto se encuentra Guillermo Chin Caché, un mexicano cuyo ingenio y dedicación han sido reconocidos por la NASA.
Tras ser seleccionado por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, Guillermo se prepara para embarcarse en una odisea que lo llevará a Titán en 2034, donde el dron ofrecerá respuestas sobre los compuestos orgánicos presentes en su densa atmósfera. Titán se presenta como un fascinante enigma para la ciencia. Con su atmósfera rica en sustancias químicas, los investigadores ven en el estudio de este satélite natural una oportunidad única para desentrañar los misterios del origen de la vida en la Tierra.
El diseño del dron, que se desplaza con agilidad por un entorno desconocido y extremo, ha sido meticulosamente planificado. Se espera que el despegue de Dragonfly alcance su destino en aproximadamente dos años, marcando el comienzo de una misión que se extenderá hasta 2041, momento en el que se reúnan valiosos datos sobre esta fascinante luna.

Una mirada a las estrellas
El viaje de Guillermo hacia la NASA fue todo menos fácil, marcado por una infancia repleta de inquietud científica y un profundo deseo de desentrañar los misterios del universo. A pesar de los obstáculos que se le presentaron, su tenacidad y resiliencia, combinadas con el apoyo incondicional de sus padres y maestros, le permitieron sortear cada desafío en su camino.
Originario de la comunidad de Bethania en Campeche, Guillermo es doctor en Oceanografía Física y ha dejado una huella significativa en la comunidad científica con sus contribuciones. Su formación comenzó en la Universidad Autónoma de Campeche, donde se graduó en Ingeniería Mecatrónica. Posteriormente, decidió expandir sus horizontes académicos al cursar una maestría en Ciencia y Tecnología del Espacio.
Durante su maestría, Guillermo se sumergió en el estudio de la astrobiología desde una perspectiva química, explorando cómo la abundancia y detección de compuestos químicos pueden influir en el desarrollo de la vida en otros planetas.
“Hay una analogía muy clara de las condiciones atmosféricas que tiene Titán en este momento y las que existían cuando surgió la vida aquí en la Tierra”, compartió Guillermo en una entrevista con Wired.
Ahora, al alzar la vista hacia las estrellas, no solo siente un profundo sentido de logro, sino que se ha convertido en un faro de esperanza e inspiración para aquellos que, como él, anhelan explorar lo desconocido. “No tengan miedo a intentarlo. Creo que a veces nos subestimamos mucho y creemos que no podemos lograr grandes cosas, pero a veces lo único que necesitamos es retarnos a nosotros mismos”, escribió Chin en su cuenta oficial de X (@guille_chin).
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La libélula que buscará respuestas
En abril de 2024, Nicky Fox, el administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, anunció que el equipo detrás de la misión Dragonfly tiene un plazo de cuatro años para finalizar el diseño definitivo de la nave que se lanzará al espacio para explorar Saturno. Entre los talentos que participarán en este proyecto se encuentra un ingeniero mexicano que contribuirá en la creación de esta innovadora tecnología.
“Dragonfly es una misión científica espectacular con un amplio interés por parte de la comunidad. Explorar Titán ampliará los límites de lo que podemos hacer con helicópteros fuera de la Tierra”, enfatizó Nicky Fox.
Este helicóptero, que contará con ocho rotores y opera como un dron, será el primer vehículo científico de la NASA en volar sobre otro cuerpo planetario. Con un costo estimado de 256.6 millones de dólares, que incluye los servicios de lanzamientos y otros costos relacionados con la misión.
“La misión Dragonfly tiene actualmente un período de lanzamiento previsto del 5 al 25 de julio de 2028 en un cohete Falcon Heavy de SpaceX desde el complejo de lanzamiento 39A en el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida”, se lee en un comunicado de la NASA publicado el 25 de noviembre.
Una vez que Dragonfly (libélula, en español) llegue a la superficie de Titán, sobrevolará múltiples sitios del satélite en busca de procesos químicos prebióticos que podrían ser comunes tanto en Titán como en la Tierra primitiva, antes de que la vida comenzará a desarrollarse.