El laurel, conocido científicamente como Laurus nobilis, es un árbol o arbusto perenne originario de la región mediterránea, conocido por sus hojas aromáticas. Históricamente, el laurel ha tenido un gran simbolismo en culturas como la griega y la romana, donde las coronas de laurel se usaban para premiar a los vencedores, representando honor, victoria y sabiduría.
En cuanto a sus características, tiene hojas verdes, brillantes y alargadas, con pequeñas flores amarillas que forman racimos, y es muy resistente, aunque prefiere un clima soleado y suelos bien drenados, por lo que se puede cultivar tanto en jardines como en macetas, y se poda frecuentemente para darle forma.
Actualmente, además de su aplicación en la gastronomía, es ampliamente utilizado en la cosmética, especialmente en aceites esenciales que aprovechan sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, pero, en el ámbito espiritual, esta planta ha sido un elemento emblemático en prácticas y tradiciones ancestrales, entre ellas, el Feng Shui.
De acuerdo con la revista de interiorismo Architectural Digest, esta filosofía china con más de 3 mil 500 años de antigüedad se centra en la distribución y orientación de los espacios para optimizar el flujo de energía, conocido como “chi”. Para el Feng Shui, el laurel tiene la capacidad de elevar la frecuencia vibratoria de los entornos, equilibrando energías y creando un ambiente más armonioso, por lo que se ha convertido en un recurso espiritual utilizado en diversos rituales.
Quemar hojas de laurel en el hogar genera múltiples beneficios a nivel energético y emocional, pues se cree que el humo del laurel elimina las energías negativas o estancadas, dando paso a un espacio más ligero y propicio para la paz y la armonía, por lo que es especialmente útil en momentos de tensión o cuando se percibe un ambiente cargado.
Por otro lado, el laurel también se relaciona con la prosperidad y la abundancia, creencia con la que algunas personas escriben deseos o afirmaciones positivas en las hojas antes de quemarlas, pues de acuerdo a la tradición, el humo transporta estas intenciones al universo, facilitando su manifestación.
Cómo hacer el ritual de quema de laurel
Para llevar a cabo el procedimiento únicamente se necesitan hojas secas de laurel, un recipiente resistente al fuego, cerillos o un encendedor, y, opcionalmente, una afirmación o deseo escrito en las hojas.
Procedimiento:
- Antes de comenzar, abrir puertas y ventanas para que la energía negativa pueda salir.
- Colocar una o varias hojas en el recipiente y encenderlas con un cerillo.
- Mover el recipiente suavemente a través de las diversas estancias del hogar, permitiendo que el humo purifique cada rincón.
- Recitar afirmaciones como “La energía positiva fluye en mi hogar” o “La prosperidad y la armonía inundan mi espacio”.
- Una vez que el lugar esté inundado del aroma, apagar las brasas por completo.
Cuál es el momento ideal para realizar el ritual
Aunque este ritual puede llevarse a cabo en cualquier momento, Architectural Digest señala que ciertos momentos específicos pueden potenciar sus efectos, por ejemplo, la luna nueva es ideal para atraer nuevas oportunidades y establecer intenciones, mientras que la luna llena es propicia para manifestar deseos y limpiar energías acumuladas. Asimismo, el inicio de un mes o de un año es un momento simbólico para renovar energías y abrir caminos hacia la prosperidad.
Dónde colocar hojas de laurel
Además de su quema, el laurel puede colocarse en lugares estratégicos del hogar para aprovechar sus propiedades, por ejemplo, según la revista Glamour, colocar hojas de laurel en un recipiente debajo de la cama actuará como un imán de abundancia y buena suerte, sin embargo, es importante ubicarlas del lado en el que se duerme, ya sea derecho o izquierdo, para maximizar sus efectos.
El laurel también es útil como repelente natural contra plagas como cucarachas, hormigas, polillas y roedores, gracias a su fuerte aroma, por lo que puede colocarse en zonas estratégicas del hogar. Además, colocar hojas de laurel bajo la almohada ayuda a combatir el insomnio, promoviendo la relajación y facilitando un sueño reparador, pues el aroma de éste tiene propiedades relajantes que contribuyen a la reducción del estrés y la ansiedad, siendo su humo un purificador del aura personal que además atrae calma y claridad mental.
Relacionado a la quema, el laurel también es reconocido como un potenciador de la creatividad y la concentración, por lo que quemar sus hojas beneficia a quienes trabajan en proyectos intelectuales o creativos, ya que su energía estimula la mente y ayuda a superar bloqueos mentales.
Por otro lado, según la creencia popular, para quienes buscan potenciar el éxito en el ámbito laboral o amoroso, Glamour recomienda colocar una hoja de laurel dentro del zapato, sin embargo, es importante mantener los zapatos limpios y cambiar la hoja regularmente.
