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La Rumorosa es una emblemática carretera ubicada en el estado de Baja California, México, que conecta los municipios de Tecate y Mexicali. Esta vía se caracteriza por su sinuoso recorrido a lo largo de la Sierra de Juárez, ofreciendo paisajes montañosos espectaculares y una experiencia de conducción única.
El nombre de esta carretera se debe al sonido del viento que golpea las rocas en la zona, generando un característico rumor que es escuchado por quienes transitan por ella al anochecer. Además, La rumorosa es conocida por sus pendientes pronunciadas, curvas cerradas y su clima extremo, con temperaturas que pueden oscilar entre calor intenso en verano y frío extremo durante el invierno.
Entre las múltiples leyendas que rodean esta emblemática carretera de Baja California, existe una versión que afirma que desde algunos puntos específicos del camino puede observarse la falla de San Andrés, una falla transformante ubicada en Norteamérica que es objeto de estudio constante por sismólogos.
¿Realmente puede verse la falla de San Andrés desde La Rumorosa?
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La falla de San Andrés es una gran fractura geológica que recorre aproximadamente 1,300 kilómetros a lo largo de California, Estados Unidos, y Baja California, México, la cuál marca el límite entre dos importantes placas tectónicas: la placa del Pacífico y la placa Norteamericana, las cuales se deslizan lateralmente una contra la otra.
Debido a la enorme extensión de la falla de San Andrés que incluso pasa por dos países de Norteamérica, es posible verla a lo lejos en algunos tramos de la carretera Tecate-Mexicali, la cuál tiene un extensión de 20 kilómetros, este curioso avistamiento, ha impulsado que se instalen miradores improvisados hechos por algunos conductores que recorren frecuentemente La Rumorosa por cuestiones de trabajo.
Sin embargo, es importante mencionar que aunque esta vía cuenta con impresionantes vistas panorámicas, también es considerada una de las carreteras más peligrosas del país, ya que presenta los siguientes riesgos que debes considerar al manejar allí:
- Pendientes y descensos pronunciados: La Rumorosa tiene varias pendientes y descensos pronunciados que pueden ser difíciles de navegar. Estas pendientes y descensos pueden provocar una pérdida de control y aumentar el riesgo de un accidente de volcadura.
- Curvas cerradas: la carretera está llena de curvas cerradas que requieren reflejos rápidos y un manejo preciso. Si un conductor no presta mucha atención, fácilmente podría perder el control de su vehículo.
- Condiciones climáticas impredecibles: el clima en La Rumorosa puede ser impredecible, con ráfagas repentinas de viento, lluvias intensas y niebla que pueden reducir la visibilidad. Estas condiciones hacen que la conducción sea aún más desafiante y aumentan el riesgo de accidentes.
Es por ello, que se recomienda prestar mucha atención al manejar, y buscar los miradores más seguros en los que puedas estacionarte sin ponerte en riesgo.
Las leyendas más conocidas de La Rumorosa
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“La Rumorosa y los aparecidos” es un libro publicado por el Consejo Nacional de Fomento Educativo de México, que recopila cuentos sobre fantasmas y criaturas fantásticas en Baja California.
Uno de sus relatos, “El trailero de la carretera”, narra la historia de un conductor de tráiler que, acelerando por la carretera de La Rumorosa hacia Mexicali porque su esposa estaba por dar a luz, sufrió un accidente.
Al salir del vehículo, se percató de que estaba ileso y decidió esperar a que alguien pasara para ayudarlo a llegar a casa. Sin embargo, tras quedarse dormido, despertó en un lugar oscuro y, al caminar, regresó al sitio del accidente.
Días después, encontraron el camión, pero del conductor no hubo rastro. Años más tarde, un joven vio a un hombre haciéndole señas y decidió recogerlo. El extraño le dio su nombre y le pidió que entregara dinero a su esposa, quien estaba a punto de dar a luz, ya que su tráiler se había averiado.
Le anotó la dirección y el joven se dirigió allí. Al llegar, preguntó por la esposa del hombre y, sorprendido, descubrió que la mujer había fallecido cinco años atrás.
Otra leyenda sobre esta carretera narra la historia de Eva, una enfermera que vivía en una ranchería cercana a Tijuana y era muy apreciada por su dedicación a enfermos y accidentados.
Una noche, Eva aceptó ayudar a una mujer que vivía cerca de la carretera porque su esposo estaba enfermo; sin embargo, durante el trayecto, se perdió y desapareció sin dejar rastro.
Con el tiempo, varias personas afirman que su fantasma comenzó a aparecer en las curvas de la carretera, pidiendo ayuda o atendiendo pacientes en la Cruz Roja de Tecate. Aunque muchos se asustan al ver su figura fantasmal, siempre presta ayuda a los necesitados antes de desvanecerse.