La reforma constitucional propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum va encaminada a proteger al maíz nativo de México, de una especie que tiene la capacidad de erosionar la tierra donde se siembra, señaló la titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en reunión con miembros de la Cámara de Diputados.
Junto a los integrantes de la Comisión de Puntos Constitucionales de esta cámara legislativa, la funcionaria pidió que las “modificaciones genéticas” no superen las barreras naturales: “No queremos transgénicos, van a erosionar a nuestras especies nativas, las van a reemplazar pero van a ser menos productivas, eso es lo que sí se ha demostrado en el terreno y, desde luego, de lo que se trata es de promover la investigación y la innovación de agrobiodiversidad, fortaleciendo nuestras instituciones públicas nacionales”, señaló la funcionaria, quien es bióloga de profesión.
Planteó que la producción de este alimento debe estar libre de modificaciones genéticas, y que el maíz importado de Estados Unidos no se compara con el que existe en México, que es la cuna de esta ancestral planta.
“Esta iniciativa de reforma constitucional lo que busca es proteger el maíz nativo, la agrobiodiversidad, la diversidad cultural y la soberanía alimentaria, reconocer constitucionalmente al maíz como elemento de identidad nacional y soberanía alimentaria”
La responsable de SEMARNAT llamó también a que, luego de la aprobación de la reforma para proteger el cultivo del maíz, se trabaje y aprueben modificaciones en leyes secundarias en materia, como la Ley de Bioseguridad.
“Es la primera vez que México está a disposición para hacer un llamado tan importante que es proteger, estudiar y analizar el maíz, nuestro maíz, al ser México un centro de origen somos los guardianes del maíz del mundo, eso es lo que tenemos que entender”, concluyó.
La iniciativa de reforma en materia de conservación y protección de maíces nativos reconoce constitucionalmente la importancia del maíz para la identidad y seguridad alimentaria de México. Además de determinar que el cultivo del maíz en el territorio nacional sea libre de modificaciones genéticas producidas con técnicas que superen las barreras naturales de la reproducción o la recombinación, como las transgénicas, establece regulaciones para su uso, fomenta la conservación de la biodiversidad, el manejo agroecológico del maíz nativo y dirige la innovación hacia modelos sustentables.
Cabe recordar que la mandataria de México, Claudia Sheinbaum Pardo, entregó el pasado 23 de enero a la Cámara de Diputados una iniciativa en materia de conservación y protección de los maíces nativos, que tiene como objetivo declarar el maíz como elemento de identidad nacional cuyas semillas y cultivo debe de estar libre de transgénicos.
Con esta reforma se busca modificar los artículos 4o y 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM).
Esta decisión se da en el fallo de un panel de solución de diferencias del tratado comercial de América del Norte, T-MEC, a dónde Washington llevó en 2023 su desacuerdo sobre la decisión de México de prohibir el uso de maíz transgénico en la harina y masa para la elaboración de tortillas, un alimento básico de la dieta de los mexicanos.
El panel estuvo de acuerdo con Estados Unidos en las siete reclamaciones legales, y concluyó que las medidas de México no se basan en la ciencia y socavan el acceso al mercado que el país acordó proporcionar en el tratado comercial que tienen en común.
